Hasta ahora, os hemos acercado soluciones para las uñas que eran unisex. Sin embargo, en esta ocasión, y de la mano de Judith García, de Maquillaje y Otras Hierbas, vamos a detenernos en un proceso que señala más al público femenino: el esmaltado de uñas. Para ello, los errores cometidos al respecto son muchos, el primero de todos, corresponde a algo que es básico: “No debemos darnos el esmalte, directamente, encima de la uña”. ¿El motivo?: “Estamos aplicando un producto químico directamente en ella, da igual lo natural que sea”. ¿Qué puede originar: “La uña coge un color amarillento que luego queda muy feo cuando nos lo retiramos”. ¿La solución?: “Aplicar, previamente, una capa base, la cual protegerá la uña, evitando que nos tiña la superficie de la misma”.
Tras esto, y con la capa base sobre la uña, podemos darle la primera de color. Siempre teniendo en cuenta: “Que no hace falta llegar hasta el final, hasta la cutícula”. Esta, aunque no lo parezca, cumple una función: “Forma parte de la piel y protege la uña, por lo que tiene que esta cuidada”. Así, se deben dejar uno o dos milímetros, justo en el lado de la ya mencionada cutícula. Tras esto, y para que el color se fije de verdad, deberemos darnos una segunda capa para que este sea más duradero. Tras esto: “Queda una tercera capa, esencial, ‘Top Coat’ que es un producto transparente que nos ayuda a fijar el color, evitando que salte con facilidad”.
¿Habéis tomado buena nota? Entonces, y muy a nuestro pesar, nos tenemos que despedir… hasta la próxima semana, en la que estrenaremos un nueva tema que seguro, os encantará… ¡Sorpresa, sorpresa!
Seguiremos Informando…