Esta mañana hay un triste hueco libre en las baldas de los quioscos. Por primera vez en los últimos 22 años el diario El Mundo no acompaña a sus lectores. Y lo hace como fruto de la huelga de 24 horas mantenida ayer por los trabajadores de Unidad Editorial como protesta frente al ERE salvaje planteado por la compañía y que pretende dejar en la calle a 224 trabajadores de sus diferentes cabeceras.
El éxito en la convocatoria de la huelga, como les contamos en prnoticias detalladamente en la jornada de ayer, ha impedido que El Mundo llegue a los quioscos en un hito histórico para el diario en sus casi 27 años de historia. La última vez que la principal cabecera de Unidad Editorial no salió a la calle fue en 1994, pero en esa ocasión el motivo fue la huelga general convocada contra el Gobierno liderado entonces por Felipe González.
Es cierto que en la siguiente huelga general, en este caso en el año 2000 contra la reforma laboral del Ejecutivo de José María Aznar, El Mundo llegó a los lectores con relativa normalidad. Y lo hizo por la intervención de su entonces director Pedro J. Ramírez que pidió escoltar los ejemplares desde la imprenta hasta un punto seguro para su posterior distribución.
Esto significa que El Mundo no está en la calle durante esta jornada, pero también supone que se trate de la primera vez que no lo haga por una huelga interna del diario. En la jornada de ayer las redacciones estuvieron vacías y tan sólo su director, David Jiménez, y Virginia P. Alonso acudieron este martes a trabajar para intentar sacar al menos adelante la versión web de El Mundo, pero lo que no han podido impedir es que el diario en papel no se encuentre este miércoles 4 de mayo en los quioscos. Sus ‘hermanos’ Marca y Expasión sí han tenido su edición en papel, aunque con una extensión mucho más reducida, con noticias sin firmas y con muchas informaciones de agencia.
Recordemos que el ERE que ha planteado Unidad Editorial plantea el despido de 224 trabajadores en sus diferentes departamentos o cabeceras, lo que en términos globales sería la salida de dos de cada diez profesionales de una plantilla actual que ronda los 1.400 empleados.
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