Su candidatura a la presidencia de los Estados Unidos parecía la última extravagancia de Donald Trump, por lo que los grandes expertos vaticinaron que la carrera política del multimillonario sería fugaz. Se trataba de uno de los 16 aspirantes en anunciar su intención de conquistar la Casa Blanca, pero se enfrentaba a pesos pesados como Jeb Bush, hijo y hermano de expresidentes y gobernador del Estado de Florida durante ocho años, o Ted Cruz, primer senador hispano por el Estado de Texas. Sin embargo, el showman televisivo ha conseguido mantenerse estoico frente a las adversidades, quitándose en medio a sus principales rivales y convirtiendo en el único candidato del Partido Republicano.
El discurso político de Donald Trump se ha centrado en un ataque a “esas élites políticas que han llevado a la decadencia económica a los Estados Unidos”, por lo que se presenta como la única vía posible para “devolver al país su grandeza”, por estar fuera de la política y de sus promesas electorales. Pero han sido sus críticas contra los inmigrantes latinos, especialmente los mexicanos y la oferta de construir un muro fronterizo con el país vecino, lo que le ha llevado a recibir una oleada de críticas por los frentes más liberales y por parte de su partido.
Donald Trump hace campaña entre políticos y empresarios
Sin embargo, su mensaje pesimista parece representar la ideología de muchos americanos, que no dudan en mostrar su apoyo al empresario estadounidense. Sarah Palin, exgobernadora de Alaska y excandidata a la vicepresidencia de Estados Unidos, dijo de Donald Trump que “está perfectamente posicionado para hacer que Estados Unidos sea grande de nuevo”. El candidato a la candidatura republicana, Ben Carson abandonó la carrera por la Casa Blanca y decidió apoyar a su contrincante por ser “un político que tomará las mejores decisiones para la nación norteamericana”. El último en ponerse de su lado ha sido el exvicepresidente Dick Cheney, quien aseguró en una entrevista a la CNN que “votará a Trump si es nominado” por el partido republicano.
Son muchos los empresarios norteamericanos que han financiado la campaña del magnate. “Trump está cambiando la política de Estados Unidos para siempre y su liderazgo es lo que desesperadamente necesitamos” explicó Brian France, CEO de Nascar. Lo mismo opina Steve Forbes, empresario y editor en jefe de la revista de negocios Forbes o el inversionista Carl Icahn, quien apoya la idea de Donald Trump de traer de vuelta al país la industria que se ha trasladado a Asia. Y el propietario del The New York Observer y yerno del maganate, Jared Kushner, defendía en un editorial de su periódico que el candidato republicano es la “oportunidad de dar a millones de estadounidenses un nuevo propósito”. El multimillonario dedicado a la industria del juego, Sheldon Aderson ha sido el último en apoyar a Trump, quien “ha ganado justamente”.
Actores, músicos y deportistas también apoyan a Donald Trump
El mundo del espectáculo se ha convertido en uno de los lobbys más importantes para la política estadounidense. Es por eso que el multimillonario se ha rodeado de algunos “amigos” en su carrera política, como son los músicos Kid Rock, Tila Tequila, Aaron Carter, Jesse James, el actor Stephen Baldwin o el exdeportista Denis Rodman. El actor John Voight considera a “Donald Trump un tipo honesto” y cree que tiene la “convicción para hacer que el país regrese a la prosperidad”. Clint Eastwood ha defendido que el empresario es el único que puede “recuperar su país para los americano”. El boxeador Mike Tyson ha declarado que Trump “tiene mi voto y, si puedo conseguirle 20,000 personas o más que voten por él, lo haré”. Por su parte, el luchador Hulk Hogan y el actor Charlie Sheen se han ofrecido en ocupar el cargo de vicepresidente del candidato republicano.
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