Las interconsultas requieren de la comunicación de varios especialistas médicos en diferentes áreas de experiencia y, cada vez más, están teniendo un papel destacado en los Servicios Médicos, principalmente en los pacientes pluripatológicos, debido a la fragmentación en su asistencia y a la dificultad de los distintos especialistas en abarcar todas las patologías. Por ello, la asistencia compartida entre varios profesionales, además de aportar otros efectos beneficiosos, se presenta como una solución que permite reducir el tráfico de interconsultas, así como los múltiples inconvenientes que se presentan en estos casos. El área quirúrgica es una de las que mejores resultados está obteniendo en este ámbito, además de otras como los servicios médicos de Psiquiatría, entre otras. Estas cuestiones se han puesto de manifiesto en la I Reunión del Grupo de Trabajo de Asistencia Compartida e Interconsultas de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), celebrada en el Colegio Oficial de Médicos de Madrid, donde también se ha presentado una encuesta realizada por el grupo sobre esta actividad en los Servicios de Medicina Interna que “fue una prioridad desde la creación de este grupo de trabajo”, según ha comentado el doctor Eduardo Montero Ruiz, coordinador del Grupo de Asistencia Compartida e Interconsultas de la SEMI.
Algunos de los resultados que se extraen de esta encuesta muestran que las interconsultas están creciendo a gran velocidad, ya que el número de nuevas interconsultas al día oscila entre una y cinco; pero que todavía existe una gran heterogeneidad en la carga de trabajo y organización de este ámbito, puesto que solo la mitad de los servicios encuestados registra esta actividad y 9 de cada 10 no cuentan con ningún tipo de protocolo al respecto. Por su parte, también se ha presentado el Estudio REINA-SEMI, que se realizará entre el 16 de mayo y el 15 de junio de 2016. Se trata de un registro prospectivo que permitirá estudiar las características de la actividad de la interconsulta y asistencia compartida realizada por los Servicios de Medicina Interna fuera de su ámbito. “Con este estudio se permitirá establecer un perfil epidemiológico de la asistencia cínica requerida por los servicios solicitantes de interconsultas, además de poder definir y cuantificar la carga de trabajo que supone esta actividad”, ha indicado el experto.