Mucho se está hablando de los dos pies derechos de Fifth Harmony, que aparece posando para la portada de la revista Billboard. Ella misma se tomaba con humor el fallo de Photoshop comentando en un tuit “cuando intentas seguir estando guapa aunque tienes dos pies derechos”. Uno de los fallos más frecuentes de Photoshop ocurre porque al trabajar en zonas ampliadas, de forma independiente, se pierde la visión de conjunto. El resultado son piernas y brazos de menos, por lo general.
Tampoco es dificil que nos encontremos ombligos que desaparecen, piernas en posiciones imposibles, gente que no se refleja en espejos, sombras que juegan una mala pasada o curvas que desafían a la gravedad -y a las leyes más básicas de anatomía humana-. Hasta los bebés de los famosos han pasado por la consulta del célebre doctor Photoshop para parecer más bellos ante los ojos de los lectores de la prensa del corazón –fieles seguidores de estas técnicas de embellecimiento digital- El uso indiscriminado de Photoshop levanta, de tanto en cuando, un debate soterrado que convive con la búsqueda de la estética y la idealización de las personas en publicidad.
El debate se sostiene sobre raíces más profundas y peligrosas en lo que respecta al riesgo de fomentar un canon de belleza imposible de alcanzar por personas -especialmente mujeres- que se frustran al no poder lucir la extrema delgadez de los iconos de belleza, y caen presas de transtornos alimenticios que pueden costar incluso la vida.
Sin embargo, el debate de la idealización contra el realismo no es algo de este siglo, ambas corrientes se han alternado siempre en la historia del arte de la humanidad, tanto en estatuas que pasaban a ser figuras anatómicas perfectas como en cuadros que podrían mostrar todas las arrugas de la cara de sus protagonistas o la crudeza de las circustancias que les rodeaban.
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