Roberto Enríquez es uno de esos actores que, sin estridencias ni éxitos rápidos que apenas dejan eco poco después de producirse, va construyendo una sólida carrera cuajada de espectáculos bien recibidos por crítica y público y de triunfos televisivos que se prolongan en el tiempo como La señora, Hispania, Isabel o Vis a Vis, cuya segunda temporada terminará a finales de junio y que ha supuesto toda una revolución en la ficción televisiva nacional. Pero Roberto Enríquez nunca abandona las tablas, el teatro le dio su primera oportunidad e intenta no pasar demasiado tiempo lejos de los escenarios.
Precisamente cita a Destino: Wonderland muy cerca del María Guerrero, el lugar en el que empezó a cristalizar como intérprete cuando fue seleccionado por José Carlos Plaza para intervenir en la versión de Hamlet que protagonizaron José Luis Gómez y Ana Belén. En la actualidad, junto a Aitana Sánchez-Gijón, asume la cabecera de cartel de La rosa tatuada, la obra que Tennesse Williams escribió para su gran amiga Anna Magnani. Carme Portacelli asume la dirección de un montaje en que Roberto Enríquez se transforma en un siciliano muy noble, un tanto primitivo, un niño encerrado en un cuerpo de hombre que irrumpe como un huracán en la vida de encierro y duelo de la mujer a la que da vida una Aitana Sánchez-Gijón que ha ayudado al resto del reparto con el acento y la manera de hablar, puesto que su idioma materno (nunca mejor dicho) es el italiano.
Roberto Enríquez habla con emoción del María Guerrero, puesto que allí se fraguó una muy interesante colaboración artística, la que estableció con el prematuro y recientemente desaparecido dramaturgo y director de escena Tomaz Pandur, uno de los varios nombres que no puede ni quiere obviar a la hora de dar las gracias a aquellos que han creído en sus posibilidades y le han ido convirtiendo en el actor que es en la actualidad. Del mismo modo, lamenta que La rosa tatuada sea un montaje que no vaya a salir de gira y sólo esté en cartel hasta el próximo 19 de junio.
Pero al margen de sus apariciones televisivas (aunque aún no se ha confirmado, no existen muchas dudas sobre la renovación de Vis a Vis para una tercera temporada) y de un par de películas que se estrenarán en 2016, los admiradores de Roberto Enríquez tendrán ocasión de verle de nuevo en escena en una función que ya se ha estrenado, El pequeño poni de Paco Bezerra, y que continuará con una gira que no ha hecho más que empezar, inaugurando la temporada 2016-2017 en el Teatro Bellas Artes de Madrid a mediados del mes de agosto.
Seguiremos Informando…