La situación de Zed+ sigue siendo crítica. La semana pasada os informamos que la empresa estaba en preconcurso de acreedores desde enero y que su realidad financiera es asfixiante. Hace pocos días conocimos además que un juez holandés ha apartado a Javier Pérez Dolset -consejero delegado de Zed Worlwide- de la gestión de la compañía matriz Zed+ como medida cautelar mientras se investiga una denuncia por administración desleal presentada por su socio ruso. Ello, mientras la compañía ha filtrado el supuesto interés de una empresa china para adquirirla.
El Confidencial publicó hace una semana la inminente compra de Zed+ por parte de Dawn Galaxy International LTD. Según el diario digital, el grupo asiático se quedaría con el 75% de las acciones de la sociedad controlada por la familia Pérez Dolset y participada por Torreal, Planeta, Banco Santander y una empresa rusa. Supuestamente el nuevo grupo aportaría una inyección de 150 millones de euros, que además sumaría sus activos a Zed+ para crear una sociedad valorada en unos 500 millones de euros.
Y decimos supuestamente porque fuentes cercanas a la propiedad del Grupo han confirmado a prnoticias que los principales acreedores de la compañía Bankia, Popular, Santander, BBVA, ING, Banca March y Bankinter desconocen absolutamente un acuerdo en este sentido. Del mismo modo, sorprende que un Grupo internacional quiera invertir dinero en una compañía en pre concurso de acreedores, que tiene una abultada deuda de 160 millones, que su consejero delegado está suspendido y cuyas filiales no tienen cuentas auditadas pueda generar algún tipo de interés. Sorprendente.
Y es que los problemas financieros de Zed+ son a estas alturas incontables. La empresa fundada en 1996 por la familia Pérez Dolset con el lanzamiento del portal LaNetro, solicitó pre concurso de acreedores en enero, adoptada por el juzgado mercantil número 1 de Madrid. El origen de la situación ha sido la reiterada incapacidad de Zed Worldwide para cumplir con sus obligaciones de pago de su deuda con los bancos, una deuda que en 2013 ascendía a 87 millones de euros y que, tras sucesivas operaciones societarias de ingeniería financiera, en escasos dos años, supera los 160 millones de euros a los que habría que añadir los más de 21 millones prestados por el Ministerio de Industria Turismo y Comercio para proyectos de I+D.
La verdad sobre la deuda de Zed+
En el momento de presentar pre concurso de acreedores los impagos pendientes -directa o indirectamente- superan los 40 millones de euros. En julio de 2013, en un proceso encabezado por su presidente Javier Pérez Dolset, Zed Worldwide se inserta en Zed+ BV, una sociedad holandesa, que en la práctica hace de mero holding, y que también está participada por la compañía rusa Temafon. De esta manera, Zed Worldwide en diciembre de 2013 pasó su deuda a Zed+ y la incrementó de 87 millones a 140 millones. En diciembre de 2014 Zed+ y Zed Worldwide dejan de atender los pagos de la deuda bancaria y de otros acreedores.
Una situación que ha llevado a numerosos enfrentamientos entre Pérez Dolset y sus socios. El más reciente ha sido el fallo de un juzgado de Ámsterdam que le ha apartado de la gestión de Zed+. Y es que el socio ruso de Pérez Dolset a escasamente un año de asociarse en Zed+ inicia en julio de 2014 en Holanda una demanda contra Javier Pérez Dolset por administración desleal. De esta manera, como medida cautelar, el juez ha decidido relevarle de su cargo de administrador hasta que se aclaren los hechos.
Respecto de sus cuentas de 2014 Zed+ declara unos ingresos de 385 millones de euros y un beneficio neto de 29 millones, no obstante, éstas cuentas no se encuentran firmadas por Dolset sino que por el administrador judicial designado por el Tribunal de Comercio de Ámsterdam Peter Wakkie. Unas cuentas que además reflejan que salvo venta, la viabilidad de la empresa está muy complicada. Respecto de las cuentas de Zed Worldwide, los auditores de 2014 Financial Audit & Business System Analysis, SLP fueron nombrados por el Registro Mercantil de Madrid ante la negativa de cualquier auditor de fiscalizarles. Por otro lado, las cuentas de 2015 no están siendo auditadas por ninguna entidad.
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