El Ibex abre esta última jornada de la semana con un nuevo descenso, esta vez de un 0,43%, lo que le rebaja hasta los 8.732 puntos (acercándose con ello a unos límites ya peligrosos). Los nombres que destacan, en negativo y como no podía ser menos, por su situación especial, son Sacyr y OHL. Ambas se dejan cerca de un 3,4%, afectadas por su inminente salida del selectivo español, en detrimento de Cellnex y Viscofan. Al otro lado, en positivo, se encuentra Popular, que crece un 0,8%, Indra e Iberdrola. Esta tendencia negativa que se vive en España la generan el resto de los índices europeos, como el Footsie, el DAX o el CAC, los principales, que atraviesan una mala situación.
Cruzando el charco, en Estados Unidos, Wall Street terminó la jornada con su principal indicador, el Dow Jones, dejándose un 0,11%. Una caída que se origina tras el descenso del petróleo y de la rentabilidad de los bonos de deuda. Tampoco la ha podido amortiguar el buen dato relativo al mercado laboral. En Asia, por su parte, el Nikkei cerró restando 67,05 puntos, un 0,40% menos, lo que le deja en los 16.601,36 puntos.
Los mercados amanecen con pequeñas novedades. En el de divisas, el euro cae de los 1,132 a los 1,130. En el de deuda, el interés del bono español a diez años se encuentra en el 1,4% lo que deja a la prima de riesgo estancada en los 138 puntos básicos. Por último, en el de commodities, el barril de Brent cuenta con un valor de 51,50 dólares, un 0,52% menos que en el día ayer. El de West Texas, por su parte, se mantiene en los 50. Y sin salir de este, cerramos con el oro que se mantiene en los 1.260 dólares la onza.
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