El violinista Ara Malikian, nacido en Líbano y de ascendencia armenia, nacionalizado español en 2014, está conmemorando los quince años que lleva residiendo en nuestro país con una larga gira en la que presenta un trabajo discográfico titulado, precisamente, 15, gira a la que pondrá final durante este verano con una serie de conciertos en los que abandona formato y recintos habituales para convocar al público en palacios de deportes, plazas de toros e, incluso, el Teatro Romano de Mérida, en el que actuará el próximo 8 de agosto dentro de la programación del Festival Internacional de Teatro Clásico, cuya sexagésima segunda edición comenzará el 6 de julio.
Para poder celebrar lo que Ara Malikian ha llamado Coda de gira para una rapsodia, el artista estará acompañado por una Joven Orquesta Sinfónica creada para la ocasión e integrada por más de 70 músicos. Santander, Málaga, Valencia, Madrid y Zaragoza son las ciudades que tendrán la oportunidad de vivir lo que se anuncia como vibrante espectáculo, un fin de fiesta por todo lo alto en el que, como es habitual, se mezclarán estilos y el virtuosismo se combinará con la diversión, al margen de algunas sorpresas que ni el propio Malikian puede anticipar “porque aún se están fraguando: me gusta ser el primer sorprendido”.
Estos conciertos de amplio formato tendrán un carácter solidario, puesto que Ara Malikian trabaja activamente junto a Acción contra el Hambre y donará parte de la recaudación a esta ONG para ayudar a sufragar el trabajo que están desarrollando en Líbano, el país con mayor número de refugiados per cápita. Además, integrará en el espectáculo su propia experiencia sobre el terreno, puesto que viajó recientemente a su país de origen acompañando a efectivos de Acción contra el Hambre.
Pablo Vilaboy recuerda la figura de John Barry, a través de algunas de las bandas sonoras que mayor popularidad le otorgaron. Fue premiado con cinco Oscar, dos conseguidos en la misma edición puesto que, además de la partitura compuesta para la película, también resultó premiada la canción que compartía título con el filme al que pertenecía, la muy popular Born Free (Nacida libre). No hay recopilación musical cinéfila que se precie en la que no aparezcan los pasajes más reconocibles e inolvidables de Memorias de África, especialmente los relacionados con la escena del vuelo de Robert Redford y Meryl Streep. Del mismo modo, la estampida de búfalos de Bailando con lobos quedará asociada a la música de Barry en la memoria de los espectadores. Ambas bandas sonoras obtuvieron sendos Oscar, así como la compuesta para El León en Invierno, el magnífico drama que enfrentó a Peter O´Toole y la también oscarizada Katharine Hepburn dando vida a Enrique II de Inglaterra y Leonor de Aquitania.
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