Las adicciones comportamentales son cada vez más frecuentas en nuestra sociedad, y empiezan a estar vinculadas a las nuevas tecnologías (juego on-line, teléfono móvil o videojuegos), a funciones corporales (el ejercicio físico, el sexo y el comer), y a conductas sociales (la compra compulsiva o la dependencia emocional). Suelen presentarse en personas que sufren de otros trastornos mentales, en individuos con altos niveles de ansiedad, rasgos disfuncionales de personalidad o pacientes depresivos, desarrollándose lo que se denomina una patología dual (enfermedad en la que coexisten de forma simultánea o secuencial un trastorno adictivo y otro mental y cuya prevalencia es superior al 50%).
Así lo han puesto de manifiesto los expertos que se han dado cita en las II Jornadas de Adicciones Comportamentales y Patología Dual, organizadas por el Hospital General Universitario Gregorio Marañón y la Sociedad Española de Patología Dual (SEPD), junto a la Fundación Patología Dual, en colaboración con el Plan Nacional de Drogas del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, que se celebran en Madrid entre el 22 y 23 de junio.
“De entre todas las adicciones comportamentales, la adicción al juego es la que cursa con más frecuencia con otros trastornos mentales, en concreto, en un 96% de los casos”, según explica el Dr. Néstor Szerman, presidente de la Fundación Patología Dual y Jefe de Servicio Salud Mental de Retiro, del Hospital Gregorio Marañón. La prevalencia en adultos del juego patológico se sitúa en torno al 1-2%, mientras que en adolescentes las cifras aumentan al 3-8%.
En particular, la modalidad de juego online cumple, según los expertos, con todos los requisitos para ser altamente adictiva, todavía más que el juego presencial: la estimulación visual que llama la atención; la posibilidad de jugar en solitario y con cuantía de apuestas baja; la disponibilidad y accesibilidad 24 horas; y la privacidad (se puede jugar en el ordenador o en el móvil sin la preocupación acerca de qué pensarán las personas que están alrededor, al contrario de lo que ocurre en un bar o casino).
“Los jugadores patológicos adultos juegan más que los jóvenes a la lotería o tragaperras, mientras que los jóvenes juegan más a las apuestas deportivas y póquer online. Por tanto, las nuevas modalidades de juego por internet se dirigen especialmente al colectivo joven, y las enfermedades que se asocian más frecuentemente a estas adicciones son la fobia social, el TDAH, el trastorno obsesivo compulsivo, la personalidad límite y la psicosis”, declara el Dr. Szerman.
Y es que, “no se elige tener una adicción, y las personas vulnerables pueden desarrollar comportamientos compulsivos relacionados con circuitos cerebrales disfuncionales y que se vinculan a nuestra supervivencia (explorar, buscar comida, sexo…)”, asegura este experto.
En concreto, “las adicciones comportamentales están siendo muy frecuentes en jóvenes que sufren Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), colectivo más predispuesto a sufrirlas, y es muy importante que se conozca esta situación”, explica el Dr. Francisco Ferre, Jefe de Servicio de Psiquiatría B. del Hospital Gregorio Marañón y miembro de la Junta Directiva de la SEPD.
Asimismo, también destaca que es importante conocer que un gran número de pacientes que padecen trastornos del espectro obsesivo compulsivo sufren a lo largo de su evolución uno o más cuadros catalogables como adicciones comportamentales.
Uso abusivo del móvil en España
En el caso de la adicción a los teléfonos móviles, los expertos hacen hincapié en que, mientras que estudios en Corea han reflejado una prevalencia de en torno al 18% de casos diagnosticados, de los cuales un 24% requirieron ingreso hospitalario, en España los datos no son tan alarmantes, ya que esta adicción afecta a un 9% de los usuarios de móvil en nuestro país.
Un aspecto que sí preocupa es la edad temprana en el uso de estos aparatos. Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística referidos al año 2014, un 63,5% de los niños en España de 10 a 15 años tienen móvil. “Las cifras de adicción al móvil de niños y adolescentes en nuestro país varían según los estudios entre el 4 y el 10%. El uso de aparatos electrónicos es muy prevalente en niños y adolescentes, así como el insomnio acompañante causado por el tiempo que dedican a ello retrasando la conciliación del sueño y a la luz de las pantallas, entre otros motivos”, asegura el Dr. Ferre.
En cuanto a las adicciones comportamentales vinculadas a funciones corporales como el ejercicio, el sexo o la comida, los expertos alertan de que los adictos al ejercicio enmascaran a menudo un trastorno obsesivo compulsivo y en otros casos dicha adicción no es otra cosa que un síntoma de la anorexia nerviosa. Respecto a la adicción al sexo, se asocia a patología ansiosa y de personalidad, especialmente en la variedad de la pornoadicción.
“Si bien, los estudios epidemiológicos en la población general son escasos, en relación a los trastornos de la conducta alimentaria un reciente meta-análisis indica que son más frecuentes en mujeres y no hay diferencias inter-étnicas, y, en general, se asocian a rasgos patológicos de personalidad como la emocionalidad negativa y la impulsividad, rasgos que se pueden presentar en otros trastornos mentales como el Trastorno por Uso de Sustancias (incluyendo el tabaco), TDAH, Obsesivos, pensamientos suicidas, etc. También los deportistas de élite suelen sufrir alguno de estos trastornos, lo que indica que podríamos estar hablando de individuos con un alto nivel de auto-exigencia intrapersonal”, manifiesta el Dr. Ferre.
Dependencia emocional, concepto no definido
Otra adicción en auge es el problema de la dependencia emocional, un concepto no definido claramente para los profesionales y sobre el que se está alcanzando un consenso entre especialistas de salud mental. “Por eso, es importante establecer un instrumento de medida que aúne en la medida de lo posible los elementos comunes a los diferentes enfoques sobre lo que se considera dependencia emocional, que la mayoría de las veces se presenta junto con personalidades obsesivas, inmaduras, dependientes y con trastornos de ansiedad, así como con trastorno límite de personalidad”, argumenta el Dr. Ferre.
En este sentido, estos pacientes no tienen conciencia de que amar no es equivalente a sufrir y no lo refieren, por lo tanto, como un problema. El conocimiento de su existencia es lo más importante, en opinión de estos especialistas, para poder identificarlo. “En los enfermos de patología dual, siendo conscientes de que hay mayor vulnerabilidad a este tipo de relaciones, habría que evaluar el tipo de relaciones de estos enfermos, prevenir y educar cuando aún no se han dado”, recomienda el Dr. Szerman.
Durante las jornadas, los especialistas también quisieron ofrecer datos sobre las adicciones a sustancias, en concreto, al alcohol. Actualmente, el 76% de los pacientes que solicitan asistencia por problemas relacionados con el uso de alcohol en la red de salud mental o en la red de drogodependencias cuentan con un diagnóstico de otro trastorno mental al mismo tiempo. Por tanto, el alcohol se constituye como una de las sustancias con potencial adictivo con mayor uso entre los pacientes con trastornos mentales.
Por este motivo, y con el objetivo de disminuir el consumo de alcohol y el impacto de este en todas las dimensiones del paciente, el Centro de Salud Mental de Retiro del Hospital Gregorio Marañón ha puesto en marcha el programa “Trastorno por Uso de Alcohol y Patología Dual”. Para el Dr. Szerman, es importante conseguir el abordaje integral y multidisciplinar de los pacientes con patología dual y trastorno por uso de alcohol.