Desde que el francés Louis le Prince filmó la primera película del mundo en 1888, conocida como “La escena del jardín de Roundhay”, los creadores y desarrolladoras de tecnología fueron avanzando hasta llegar a un producto que permitiera disfrutar del video, sea cual sea su contenido, desde la comodidad del hogar creando soportes físicos para almacenar ese contenido, pero es posible que estemos llegando al fin de esa era.
El primero de los soportes físicos fue el Betamax a la par del VHS, para los años 70 estos dos formatos tenían el control del mercado del video casero, Sony era el padre de Betamax quien vio su muerte primero, quedando por unos cuantos años más liderando el segmento el desarrollo de JVC, el VHS.
Ya para mediados de los años 80, el VHS tenía el control de más del 90% del mercado, logrando mantenerse por unos 15 años más luego de la desaparición total de Betamax. Pero más tarde vino el desquite de Sony y el infortunio de JVC.
El DVD trajo la era digital
En 1997 la firma japonesa hace una propuesta al mercado de un medio de soporte de video que ofrecería mayor calidad tanto imagen como en sonido, colores más fieles y además ofrecía algo que no podía competir el VHS, era el formato para la consola de videojuego más popular del momento, la PlayStation 2.
Eran montones las ventajas que desplazaron a la cinta para imponer el disco, desde la resolución que multiplicaba el formato del VHS, hasta detalles más pequeños como el fin del rebobinado, sumando los servicios multilengûajes entre muchas otras ventajas.
Otra de las razones por las que el DVD destronó para siempre el VHS, es que este medio de soporte era el enlace entre el TV y los reproductores al ordenador, razón por la que el disco fue empleado para también almacenar datos no necesariamente reproducibles, contaban con una capacidad de 4,7 GB para almacenar y una versión llamada doble capa con 8,5GB de capacidad.
La alta definición
Pero el reinado de la calidad estándar del DVD fue más corto que el período de 20 años logrado por las cintas que lo precedieron, apenas este formato se encontró en la cúspide del mercado por unos 7 años.
Fue entonces cuando el consumidor que se ha vuelto más exigente de calidad, de colores, de definición y de sonido envolvente le abrió las puertas de su hogar al Blu-ray y al HD-DVD, un par de formatos que también están elaborados en disco pero la capacidad y la resolución superan por mucho al DVD tradicional.
El Blu-ray cuenta con una resolución de 1920 x 1080, algo que supera por lo menos unas 5 veces los 720 pixeles logrados por un DVD normal. La llegada de este formato aceleró el crecimiento de un mercado que estaba volcado hacia los ordenadores y la guerra de los móviles, comenzando a aparecer televisores de gran formato LCD, LED, UHD y todo el despliegue que hoy en día es normal en cualquier hogar.
La conectividad marca el fin del soporte físico
Pero la necesidad de la alta disponibilidad y la llegada de la conectividad a los televisores pronto traería una nueva revolución, los usuarios exigían contenido a través de la web y fue entonces cuando aparecieron plataformas de contenido bajo demanda como Netflix y Wuaki, que permitían a los consumidores comprar películas, series, programas, conciertos… al punto en el que en muchos casos ha llegado a sustituir la televisión por suscripción tradicional obligando a muchos canales crear alternativas de disponibilidad en la web para conservar la fidelidad de sus clientes.
Esta ha sido la evolución del video para el hogar en los últimos 40 años, desde el VHS hasta video streaming que domina el mercado y quien sabe, quizás en muy poco tiempo la tecnología nos sorprenda y se migre del panel físico a la realidad virtual.
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