¿Cuáles son las claves para desarrollar una app de salud que, además de ser útil para los profesionales sanitarios o para los pacientes, resulte atractiva? Esta pregunta ha generado muchos dolores de cabeza, incertidumbres y desasosiegos entre aquellas personas que, en algún momento, se han planteado el reto de colaborar en un proceso de desarrollo de aplicaciones móviles enfocadas a mejorar la asistencia sanitaria. Sin embargo, los expertos en este campo lo tienen claro: “La clave está en escuchar a los pacientes”. Así lo ha asegurado Carlos Mateos, director de la agenciad de Comunicación especializada en salud COMSALUD y vicepresidente de la Asociación de Investigadores Especializados en eSalud de España (AIES).
Durante la entrevista realizada por prnoticias en el marco del Simposio “Oportunidades de la eSalud”, organizado por la agencia de comunicación en salud COMSALUD en Google Campus Madrid, este periodista reconoce que “muchas aplicaciones se hacen para los pacientes, sin tener en cuenta los pacientes; no se valora lo que necesitan”. Explica que la accesibilidad es uno de los aspectos que a menudo se olvidan: “A veces pueden tener problemas de visión y es importante que tengan gráficos adaptados o incluso utilizar el dispositivo con el que puedan teclear adecuadamente”.
Otras de las consideraciones que, según Carlos Mateos, deben primar a la hora de desarrollar una aplicación móvil para mejorar la asistencia sanitaria son: la confidencialidad de los datos y la motivación del usuario. Con respecto a este último punto, señala “Es importante pensar en un proyecto que contemple la elaboración de un producto que no solo se informe, pues hay aplicaciones que tienen la misma mera información que pueden encontrar en una página web. Tienes que motivar al paciente todos los días, dándoles premios y posibilidades de competir consigo mismo o con otros pacientes”.
¿A qué retos se enfrenta cualquier persona que quiera desarrollar una app de salud?
Contar con los recursos económicos suficientes continúa siendo el principal reto para los equipos de desarrollo de aplicaciones móviles de salud. “Tienes que contar con muchos profesionales para hacer una buena aplicación. Es verdad que hay plataformas que han abaratado los precios, pero cuando estamos hablando de salud, es algo bastante delicado. Entonces tenemos que tener en cuenta a los profesionales y los pacientes, a los diseñadores, a los expertos en datos e incluso abogados. Reunir a todo ese equipo no es nada fácil ni barato. Incluso cuando están participando por la industria farmacéutica pues también tienen que seguirse los códigos éticos. A veces eso es lo malo de una aplicación, que puede tardar bastante tiempo en salir al mercado”, comenta Carlos Mateos.
El vicepresidente de la Asociación de Investigadores Especializados en eSalud también subraya que uno de los objetivos de las personas y organismos implicados en el desarrollo de aplicación de software instaladas en dispositivos móviles o tablets es implementar un aval o recomendación general que sirva para homogeneizar el uso de las apps. “Sería interesante que hubiera un aval o una recomendación sobre qué aplicaciones son realmente las que funcionan, las que son útiles, las que pueden utilizar ellos y las que puedan recomendar a los pacientes. Muchos profesionales sanitarios ya están utilizando aplicaciones, de hecho hay encuestas que reflejan que la mayoría ya lo están haciendo. Lo que pasa es que cada uno lo está haciendo por su cuenta. No hay una directriz general. Sería bueno que hubiera alguna recomendación general”
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