En los últimos diez años, la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) ha avanzado de manera considerable hasta convertirse en una función estratégica e integrada en la cultura empresarial. A esta parte estratégica, se le suma una mayor exigencia social por saber en qué reinvierten sus beneficios las grandes compañías, así como cuál es su grado de vinculación con distintas comunidades. De este modo, hoy en día, las empresas están mostrando gradualmente su compromiso con las iniciativas sociales a través de sus programas de RSC, cooperando cada vez más en ámbitos como la diversidad y la integración. Este es uno de los aspectos que se analizan en la publicación “Tendencias clave para directivos y altos ejecutivos a nivel mundial” de Page Executive, firma especializada en la búsqueda y selección de perfiles de alta dirección.
Aunque la RSC se originó en Estados Unidos como un elemento importante de la agenda empresarial de las compañías que deseaban mostrar sus responsabilidades sociales, esta recaudación de fondos para cuestiones sociales ya no sólo es un pilar fundamental en las culturas anglosajonas, sino también en otros países donde las empresas también están sensibilizándose y tomando medidas para cumplir sus responsabilidades. Teniendo en cuenta el auge y la relevancia que han cobrado este tipo de medidas, Page Executive analiza las razones por las que una organización debería implementar políticas de RSC como parte de su estrategia:
1. Reducción en los costes. Gestionar la empresa de manera responsable ayuda a prevenir cuestiones que afecten a la reputación, anticiparse a riesgos regulatorios y cumplir las demandas de los grupos de interés más exigentes, afectando directamente en la cuenta de resultados.
2. Oportunidad para la creación de valor. Las políticas de RSC generan nuevas oportunidades y líneas de negocio, permitiendo a las compañías ser más competitivas.
3. Mayor confianza. Los directivos responsables y transparentes inspiran confianza entre clientes, inversores y socios por igual, repercutiendo positivamente en la imagen corporativa y la reputación de la empresa.
4. Mejor percepción de los empleados. Dentro del personal, la lealtad de los empleados mejora, aumenta la productividad y resulta más sencillo atraer a los mejores talentos.
5. Diferenciación a nivel internacional. Un compromiso con la RSC puede ayudar a las organizaciones a diferenciarse en el ámbito internacional, favoreciendo la apertura de sus negocios a nuevos mercados.
“El objetivo de la RSC es dotar a la empresa de una perspectiva de gestión global, basada en una línea triple de responsabilidad social, medioambiental y financiera. Este marco se conoce también como las 3 P –personal, planeta y productividad- y para gestionarlas se requiere de profesionales con aptitudes multidisciplinares. Esta gestión responsable contribuye a evitar problemas de reputación y a generar mayor credibilidad entre los distintos públicos objetivos, tanto internos como externos”, afirma Miguel Portillo, Executive Director de Page Executive.