El sistema bipartidista de las últimas décadas de la democracia y la dinámica de mayorías absolutas habían dejado al Congreso de los Diputados en un segundo lugar en la toma de decisiones y punto de influencia para empresas y grupos de presión. La nueva configuración de los órganos legislativos abre una nueva etapa en la que las decisiones ya no recaerán únicamente en el poder ejecutivo –a golpe de Decretos Ley como en la pasada legislatura-. Los expertos en asuntos públicos apuntan a un mayor protagonismo del Congreso en la vida política, donde precisamente Ana Pastor se ha convertido en su nueva Presidenta, mano derecha de Rajoy y una de las Ministras más influyentes.
Nunca antes la Constitución de las Cortes Generales del Estado y la elección de la mesa y presidencia del Congreso de los Diputados había generado tantas expectativas y polémica. Posiblemente en la anterior-y breve- legislatura los intereses de los partidos pasaron por saber quién iba a gobernar, y quizá por ello el Partido Popular cedió un puesto tan clave como estratégico como el de la presidencia del Congreso de los Diputados al Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y Patxi López. En esta legislatura parece que el PP se ha dado cuenta de la importancia de este puesto y de la conformación de la misma mesa del Congreso, y es que con un gobierno en minoría y sin apoyos, el control de la mesa del poder legislativo será un punto clave de poder.
En esta línea insisten desde la consultora de comunicación política Mas Consulting. “Las elecciones del 26 de junio siguieron la tendencia marcada en las del 20 de diciembre y se terminó con la mayoría absoluta y con el bipartidismo en España. Ahora, con la presencia de nuevos partidos con un gran número de escaños, el foco de la política española pasa del Ejecutivo al Legislativo, donde se tomarán (y pactarán) las decisiones más importantes del próximo gobierno. Los pactos y negociaciones serán necesarios para sacar cualquier medida adelante lo que obligará al partido gobernante a dialogar y escuchar las propuestas de la oposición para poder avanzar”.
El Partido Popular (PP) se ha asegurado con la configuración de la mesa del Congreso de los Diputados el control de la agenda y de los temas que se abordarán en la cámara baja y para ello pone a una de las personas de confianza de Mariano Rajoy y que mejor conoce la dinámica del Congreso. Pastor, además de haber sido Ministra de Fomento y diputada por Pontevedra, fue vicepresidenta segunda de la Mesa del Congreso de los Diputados hasta el 13 de diciembre de 2011, por lo que es conocedora de los mecanismos de este órgano y de su importancia.
Una asesora del gabinete de Ana Pastor en el Ministerio de Fomento en la legislatura 2011-2016, Adriana Bonezzi, aseguraba este verano en un desayuno organizado por la consultora de comunicación Grayling la importancia que el Congreso tendrá en esta nueva legislatura que comienza. “El Congreso va a tener un auge en muchos aspectos, sobre todo en el legislativo y va a predominar el trabajo que se hace en los despachos. Además, hasta ahora por el sistema de partidos había tenido menos protagonismo pero es uno de los lugares más interesantes para trabajar porque se escuchan, se ven y se deciden muchas cuestiones que afectan al conjunto de la sociedad”.
Además de recuperar el peso legislativo, la nueva configuración del Congreso de los Diputados tiene otras ventajas para los grupos de interés o el lobby. Y es que ahora las vías para conseguir sacar adelante propuestas legislativas desde la esfera privada o social se multiplican. Si antes tan solo existían dos partidos (PP-PSOE) a través de los cuáles sólo era posible intentar introducir propuestas, ahora la entrada de Ciudadanos y Podemos amplía el abanico de posibilidades de entrada. Otra paradoja que se dio en la legislatura 2011-2016 fue que la mayoría absoluta con la que el PP gobernaba obligó a trasladar toda la actividad de lobby a los Ministerios, de donde emanaba de facto el poder a la hora de sacar a delante propuestas y proyectos. El Plan de ayudas PIVE o la dispensación del fármaco para los enfermos de hepatitis C son algunos de los ejemplos más mediáticos que no se habrían llevado a cabo sin la labor de los distintos grupos de presión sobre los respectivos Ministerios de Industria y Sanidad. En esta legislatura, para llevar a cabo propuestas como estas dos, los Ministerios tendrán menos fuerza a favor de los grupos políticos en el Congreso de los Diputados.
Según explicaba Adriana Bonezzi, “el 20D supuso un punto y aparte en la forma de hacer política y un refuerzo del mandato a los políticos de escuchar, una necesidad de diálogo, de bajar a la calle y escuchar a la gente. Los asuntos públicos van a estar muy presentes a partir de ahora, y sin olvidar que los medios de comunicación ejercen una presión muy enorme“. Según la asesora de Ana Pastor, “ahora toca adaptarse y no va a ver que estar tanto en los ministerios o en los despachos”.
El PP se ha asegurado el poder en dos punto clave en la toma de decisiones en esta nueva legislatura, el Congreso de los Diputados y el Senado donde Pío García Escudero se ha hecho con el control y donde es mayoría el grupo popular. Pero será en la cámara baja donde la entrada de propuestas estará marcada por el poder del centro derecha. Así la mesa, además de la presidencia de Ana Pastor, queda conformada por: Celia Villalobos, vicepresidenta(PP) , Alicia Sánchez-Camacho Pérez, secretaria (PP), Rosa Romero Sánchez, vicepresidenta (PP), Micaela Navarro, vicepresidenta (PSOE), Patricia Reyes, secretaria (Ciudadanos), Ignacio Prendes, secretario (Ciudadanos), Gloria Elizo, vicepresidenta (Podemos), Marcelo Expósito, secretario (En Comú Podem).
De este modo, el PP se ha asegurado que aún gobernando en minoría -lo más probable ” a día de hoy” (para fraseando a Pedro Sánchez)- sí contará con el poder legislativo en las cámaras, un apunte estratégico en cuestiones clave como una posible reforma de la Constitución. Pero hay ucha scuetiones que esperan resolucion. Según la consultora de comunicación política, Mas Consulting, la agenda política española, parada desde hace más de 6 meses en los que trabaja un gobierno en funciones, tiene varios temas pendientes que ya no pueden retrasarse más. Entre ellos las cuestiones territoriales; la situación económica que mejora pero lentamente; la solicitada reforma electoral que estudie posibles cambios en el sistema de reparto de escaños o los Presupuestos Generales del Estado. Todas ellas deberán contar con el consenso de varias partes para salir adelante.
