MSL Group, junto a Marco de Comunicación, su socio para España, Portugal y Marruecos, ha elaborado un estudio en el que se destacan las seis principales tendencias que están cambiando la comunicación de la industria alimentaria a nivel global. Entre ellas destacan la reputación y la utilización de términos que ayudan a mejorar la percepción de los alimentos entre el gran público.
El auge que ha experimentado la moda foodie en los últimos años ha hecho que, tanto la comida como la bebida, se hayan convertido no solo en tema de conversación, sino en ejes de socialización en todo tipo de segmentos de población a nivel global. Este protagonismo de la industria ha hecho que las marcas se vean obligadas a reestructurar sus estrategias de comunicación, adaptándose a las nuevas exigencias de los consumidores.
Salud y bienestar. “Orgánico”, “sin conservantes”, “ingredientes naturales”,… Son términos que han experimentado una gran acogida entre los consumidores. La preocupación por los alimentos que ingerimos y el modo en el que han sido producidos, ha hecho que muchas personas se decanten por alimentos más naturales, estando dispuestas a pagar un coste extra por opciones más saludables.
Cultura. El significado simbólico de la comida es un componente importante de la identidad de los personas. Los hábitos alimenticios que se transmiten de generación en generación influyen en las preferencias de los individuos por unos alimentos u otros. Sin embargo, los cambios sociales experimentados recientemente, como la migración masiva, la globalización, las innovaciones tecnológicas e incluso los concursos de cocina, han acercado cocinas tradicionalmente exóticas como la japonesa, la india o la libanesa, al consumidor.
Reputación y apoyo. Las marcas con mayor éxito y mejor valoradas son aquellas que, además de ofrecer productos y servicios de calidad, establecen una conexión personal y cercana con sus consumidores. Hoy en día, los consumidores tienen una mayor influencia gracias a las redes sociales, poniendo de manifiesto sus opiniones o quejas. Es aquí cuando la transparencia se vuelve fundamental, poniendo a la disponibilidad de los consumidores cualquier información para ganarse su confianza.
Estímulo visual. El primer contacto que establecemos con la comida es visual. La frase “entrar por los ojos” cobra una mayor relevancia en un entorno donde todo el mundo fotografía sus comidas y las comparte en sus perfiles. El atractivo visual de los platos se ha convertido en un aspecto tan importante, a veces incluso más, que el sabor. Si analizamos los contenidos más compartidos en Internet, veremos que los temas relacionados con la comida aparecen en los primeros puestos. Contar con una fuerte estrategia visual es beneficioso y necesario para cualquier marca de alimentación.
Recomendación. Las recomendaciones realizadas por personas de nuestro entorno determinan la elección entre una marca u otra. La información disponible sobre un producto o un anuncio impactante no garantizan la elección por parte del consumidor. Sin embargo, las recomendaciones de terceros, especialmente si son “fuentes fiables” son mucho más valiosas. Gracias a Internet y a las redes sociales, los consumidores pueden publicar sus opiniones sobre cualquier producto y consultar las valoraciones realizadas por otros usuarios.
Aspecto apetitoso. Las preferencias de los consumidores están evolucionando rápidamente. A medida que los consumidores están adoptando nuevas preferencias dietéticas, también optan por ser parte más activa dentro de la elaboración de su comida. La popularidad que han experimentado los concursos de cocina o el fenómeno fan de algunos chefs son sólo una prueba del concepto actual de la cocina. Las compañías alimenticias se ven obligadas a seguir innovando para adaptarse a estos cambios en las preferencias de los consumidores viendo nuevas vías de relación en la tendencia “do it yourself”.
“La industria alimentaria ha sido, sin duda alguna, uno de los sectores que más ha notado la influencia de Internet y las redes sociales. En una sociedad donde cualquier persona puede generar tanto corrientes positivas, como una crisis de marca, la comunicación la comunicación no puede limitarse en “estar ahí”. Las marcas deben participar de ese diálogo en RR.SS. creando tendencias y sorprendiendo a sus consumidores. Así lo venimos viendo con algunos de nuestros clientes como Magnum, Louis Roederer o Nutrilite (Amway)”, afirma Carlos García, Account Director Food & Beverage de Marco de Comunicación.
“El éxito de una marca de alimentación, hoy en día, radica en la combinación de elementos tradicionales de comunicación con aspectos fundamentales como la apuesta visual o la influencia en redes sociales. En Marco de Comunicación contamos con profesionales que conocen las tendencias de la industria, así como con una relación directa con Influencers, permitiendo asesorar a nuestros clientes sobre cuál es el modo más idóneo para en la relación a largo plazo entre consumidor y marca”, añade Didier Lagae, fundador y CEO de Marco de Comunicación.
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