Reporteros Sin Fronteras (RSF) ha manifestado su profunda preocupación ante la liquidación de 102 medios por parte de las autoridades turcas. “Casi dos semanas después del intento de golpe de estado, la purga de los medios de comunicación críticos toma un rumbo aún más dramático”, indicaron.
El segundo decreto ley aprobado en el marco del estado de emergencia en la tarde del 27 de julio ordena el cierre y la expropiación de 45 periódicos, 16 canales de televisión, 23 emisoras de radio, tres agencias de noticias y 15 revistas, además de 29 editoriales. Todos son sospechosos de “colaboración” con el Movimiento Gülen, al que las autoridades apuntan como responsable de la asonada del 15 de julio.
“Las autoridades vienen a erradicar de un plumazo todo un sector del panorama mediático”, lamenta Johann Bihr, responsable de la Oficina de Europa y Asia Central de Reporteros Sin Fronteras. “El daño irreparable que infligen a la pluralidad ya al estado de derecho va mucho más allá del estado de emergencia. La represión del fallido golpe de estado no justifica en modo alguno semejante extremo”.
Entre los medios de comunicación afectados se cuentan importantes cabeceras nacionales, como el diario Taraf o revista Nokta, pero también muchos medios locales. Fahrettin Dokak, propietario del diario Ege’de Su Söz, publicado en Esmirna, expresó su incomprensión en un comunicado. “Desde 2009, el periódico ha seguido adoptando una línea editorial respetuosa de la democracia, la ley y los principios universales de la prensa”, dice, “Nunca ha sido el órgano del […] FETO”, el acrónimo oficial que señala al Movimiento Gülen como una ‘organización terrorista’. Entre las cabeceras eliminadas por el decreto ley ya figuran medios que las autoridades ya controlaban, como el diario Zaman, bajo custodia judicial desde marzo de 2016.
Desde el 25 de julio se han dictado órdenes de arresto contra 89 periodistas sospechosos de estar vinculados con el Movimiento Gülen. Decenas de ellos ya están detenidos. Algunos abogados, por temor a represalias, se niegan a defenderlos. Otros prefieren impugnar los procesos abiertos contra sus clientes, por temor a que se les apliquen las medidas especiales durante el estado de emergencia como la extensión de la detención a 30 días. Turquía ocupa el número 151, de 180 países, en la Clasificación Mundial 2016 de la Libertad de Prensa que publica Reporteros Sin Fronteras.
VÍA: REPORTEROS SIN FRONTERAS