En los tiempos que estamos, en los que los que los “wereables” están implantados en nuestra vida (en muchas y variadas formas), no debería de sorprendernos la nueva idea de Microsoft. Sin embargo, lo hace. Y es que, la tecnológica, junto al MIT, quiere usar la piel humana como vehículo de control de los dispositivos electrónicos. ¿Cómo? A través de un tatuaje temporal impregnado en ella (que se ha planteado práctico y barato para facilitar su consumo). De su mano, podremos acceder a nuestro móvil, tablet o PC, como bien lo hacemos ahora, por ejemplo, con nuestro reloj. Eso sí, de cara a la galería, resulta un elemento más estiloso.
Tres escalones para controlarlos a todos
Estos tatuajes contarían con tres capas que, bien engrasadas, darían lugar a esta innovación de última generación. La primera, y más externa, será la que nos muestre el trackpad en el brazo. Con ello, contará con un simple objetivo: la entrada de comandos, de órdenes. Le acompaña una segunda que nos revela los datos más significativos de nuestros dispositivos mediante pigmentos termocrómicos (que varían en función de la temperatura contenida en la piel). Es, en pocas palabras, la considerada “de salida”. Para terminar, y unida a las anteriores, encontramos una tercera la cual nos da la opción de revelar la información acumulada a terceros (a la vez que ellos realizan el mismo proceso con nosotros). Se ha denominado “de comunicación”.
La belleza también está en el interior
Entre dichas capas del tatuaje, se localiza la maquinaria técnica, protegida en todo momento por un recubrimiento de oro que la aisla del agua, sobre todo, a la vez que le da un aspecto agradable a la vista. Esta se encuentra compuesta por diversos circuitos de tecnología NFC, responsables finales de la conectividad inalámbrica de la que antes hablábamos. Con todo, este descubrimiento, bautizado como DuoSink, viene para quedarse y será, de lejos, uno de los avances más significativos de este 2016.
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