Los gastos en anuncios propagandísticos de Donald Trump siguen siendo pequeños en comparación con los de Clinton. La tabla a continuación representa el gasto en televisión y radio de ambos candidatos gracias a una colaboración entre el centro de datos de Ad Age – específicamente, Kevin Brown, Bradley Johnson y Catherine Wolf – y Campaña de Medios Análisis del Grupo de Kantar Media (CMAG). Trump tendría que gastar otros 100 millones de dólares o más para alcanzar a Clinton.
La campaña de la aspirante demócrata, Hillary Clinton, desembolsó 52 millones de dólares en anuncios solo hasta junio, la mayoría de ellos emitidos en formato “bisagra” enfocados a ser decisivos en las elecciones de noviembre, según los datos recopilados por la compañía de análisis Advertising Analytics. También se están movilizando los grupos anti-Clinton aunque el dinero que manejan es muy inferior a los grupos anti-Trump.
Parecía que Trump se estaba reservando para un último spring ya que la revista “National Journal”, comentaba hace unas semanas que los encargados de la campaña propagandística de Trump, habían pedido tarifas de los anuncios televisivos en diecisiete estados de EE.UU., un primer paso que podría desembocar en un aumento de su propaganda electoral en la pequeña pantalla. La austeridad publicitaria del multimillonario Trump llama la atención dada su impopularidad en las encuestas, en las que Clinton le saca ventaja, y su fuerte recaudación de fondos y donaciones el pasado julio, que alcanzó los 80 millones de dólares.
Sin embargo, acabamos de conocer el nuevo anuncio propagandístico de la campaña de Trump “dos Américas” haciendo referencia a que con Hillary habrá más brecha entre los ricos y pobres haciendo que la clase media desaparezca. Además augura -como si pudiera ver el futuro del país- que los impuestos serán más altos. En esta campaña del miedo que pretende atemorizar a los votantes de Clinton, dice que se perderán cientos de puestos de trabajos si le votan porque ella es “más de lo mismo pero peor” asegura Trump. Por el contrario, con él asegura que las familias trabajadoras se verán aliviadas de impuestos, que el sueño americano será real y que América volverá a ser grande.
El empresario neoyorquino ha financiado hasta ahora casi la mitad de su carrera a la Casa Blanca, ya que sigue él mismo sigue siendo su mayor donante. La siguiente partida, es la de las donaciones pequeñas. Además de él mismo, el perfil del donante clásico de Trump es hombre y aporta de media algo menos de 500 dólares. La campaña de Trump es beneficiaria de aportaciones de 23,747 personas. De ellas, casi el 73% de donantes a Trump son hombres. La mayoría de las donaciones están concentradas en la franja más baja registrada, entre 200 y 499 dólares, y la media entre todas es de 486 dólares.
Por otro lado, el Comité de Acción Política anti-Trump se había gastado en anuncios en televisión y radio 17,5 millones de dólares cuando todavía quedaban más de ocho meses para las elecciones. Unos 15 millones de euros. Es curioso que los anti-Trump se gastasen 2,3 millones de dólares más que la propia campaña a favor del candidato.
La propaganda del multimillonario, con el que no muchos ciudadanos pueden identificarse, a juzgar de las encuestas, explota la seguridad en sí mismo del candidato, un mensaje consistente, ausencia de disculpas y un tono agresivo. Trump Ignora las críticas y no admite errores, para reforzar este tono de pretendida seguridad, algo que algunos empiezan a ver como tozudez ante la evidencia.
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