Hay multitud de personas leales a diferentes marcas, gente de Samsung o Apple, Audi o BMW, por ejemplo. Pero, ¿estarían dispuestos a ir por la vida con un tatuaje del logotipo de esas compañías? La respuesta más común sería el “no”. Sin embargo, algunas personas tienen el potencial de convertirse en no sólo los clientes fieles de toda la vida, sino embajadores y defensores de la misma para siempre, sin costarle a esta ni un céntimo. Para crear este tipo de fanatismo los publicistas tratan de asociar conceptos o ideas a la marca tales como lujo, bienestar, calidad o diseño. Cuando alguien se tatúa un logo, se está tatuando unos principios asociados hábilmente a través de publicidad.
Hace tiempo dejamos de vender productos, ante la masiva producción de los mismos, para vender conceptos. Quien se compra un Iphone, tal vez no busca el mejor móvil, busca la mejor proyección de sí mismo sobre los demás, que asocien a su persona los valores con los que la marca se ha presentado a la sociedad. La estrategia perfecta de marketing engloba toda una ristra de acciones encaminadas a algo que solo un par de marcas globales han logrado hacer: la cápsula de marca. Construir todo un mundo de significado alrededor de una empresa para lograr que el usuario quiera vivir en un universo paralelo diseñado por la marca, más allá de consumir todo lo que esta produzca.
Aunque los tatuajes con logotipos de la marca puedan parecer una idea demasiado extrema para los anunciantes, estos clientes radicales entienden su negocio en un nivel más profundo. ¿Cómo encontrar esos fanático atípicos y mantener su atención y lealtad?. Todo está basando en la sociología y la construcción de significados. Algunas personas se sienten eligiendo a una compañía como si pertenecieran a una comunidad o a un grupo social único, otros tienen una relación especial o experiencia asociada a la marca, y otros porque la marca encarna sus ideales y valores.
El estilo de vida al que una empresa decide asociarse es lo probablemente más importante. Por ejemplo, los atletas podrían optar por el logotipo de Nike, y aquellos que albergan un “niño en el corazón” podrían decidir tatuarse el logotipo de Disney, una de las marcas más expertas y eficientes a la hora de construir significados, venderlos de forma audiovisual e incluso crear modelos sociales en base a su particular concepción del mundo perfecto.
Una vez que hemos descubierto quién es nuestro público objetivo y con qué ideales se asocia, también tenemos que cuidar la experiencia que tienen con la marca, ya que esta refleja su personalidad e intereses. Esto incluye todo, desde los embajadores que elegimos, los mensajes en redes sociales, y la experiencia en la tienda, con el producto real. Cada aspecto de la personalidad de su marca debe alinearse directamente con los tipos de clientes que esperan atraer.
Además es necesario trabajar una identidad de marca coherente y relacionada a los valores que hemos elegido para asociarnos con ellos. Aquí es donde el packaging, diseño de publicidad, y el logotipo entran en juego. Esto será clave para ver si los usuarios serán capaces de identificar su marca sobre solo con ver un tipo de letra o un logotipo. Si todo lo demás falla, la última estrategia es desafiar a los clientes a que se realicen los tatuajes de la marca, como ya hizo Ecko Unltd. O bien, puede proporcionar tatuajes gratuitos de su logotipo como la bebida alcohólica Jerry a principios de este año. Regaló 101 tatuajes a los usuarios con motivo de su 101 cumpleaños, los dibujos tenían la estética de la marca y en muchos casos una versión retro del logo de la bebida alcohólica.
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