Las alarmas están encendidas. Prisa quiere deshacerse de Cinco Días desde hace varios cursos, pero el elevado precio que piden por su venta frena cualquier tipo de operación. Y el tiempo pasa y la situación del periódico no hace más que empeorar: durante el primer semestre del año se produjeron datos pésimos que no han hecho más que seguir desvalorizando la cabecera. Cebrián quiere soluciones rápidas para no seguir perdiendo dinero en los próximos cursos y para ello están todas las opciones abiertas.
Desde mediados de 2015 Cinco Días está a la venta aunque con escaso interés del mercado. De hecho, sobre finales de este año se conocieron dos ofertas por la cabecera, una del editor del Grupo Heraldo (comprador del diario 20 Minutos) y otra del fondo de inversión Eurosigma SA que además por esos días había financiaba el lanzamiento de Bezdiario, el portal del ex dircom de Antena 3 Braulio Calleja. Unas propuestas que fueron rechazadas por el presidente ejecutivo del Grupo Juan Luis Cebrián por considerarlas ridículas.
Cebrián pedía un mínimo de cinco millones de euros por Cinco Días hace un año, un dinero que en ese momento –ni ahora- nadie estuvo dispuesto a pagar. El problema es que ya hace un año Cinco Días ya era prácticamente inviable como empresa: sin posibilidad de generar nuevos ingresos y con gastos que han sido recortados al mínimo la cabecera está condenada a experimentar importantes pérdidas. Los últimos datos disponibles en el Registro Mercantil reflejan que en 2012 perdieron 29.000 euros y en 2013 122.000 euros. En 2014 ganaron 97.0000 pero es probable que en 2015 y 2016 los desequilibrios vuelvan a ser importantes.
Todas las alarmas se han encendido a finales del primer semestre después del pobre desempeño comercial de Cinco Días. Sus ingresos por publicidad en su edición impresa se desplomaron un 25% entre enero y junio. En el caso de su edición digital el crecimiento fue del 10%, lo que sin embargo no logra evitar que sea el diario económica con menor facturación del mercado, menos de 700.000 euros mensuales según los últimos datos del mes de junio. A esto hay que sumar el desplome en difusión que repercute en la venta de ejemplares. En seis meses el diario de Prisa ha perdido casi un 12% de sus ejemplares respecto del primer semestre de 2015.
Cebrián quiere soluciones de emergencia para Cinco Días
Las cifras desde luego son muy malas, lo que obliga a Prisa a buscar soluciones de emergencia. La venta está paralizada y está claro que nadie comprará Cinco Días por cinco millones de euros conociendo estos números, aunque Cebrián no reconoce su error y prefiere olvidarse de momento de nuevas operaciones. Es por ello que se abre otra vía que no es otra que la de los recortes. El diario no puede generar nuevos ingresos y no hay dinero para poner en marcha planes para reformar el producto, por lo que parece difícil que se puedan evitar nuevos ajustes.
En el diario reconocen que la plantilla está desde hace mucho tiempo en mínimos y que sería muy difícil ajustar equipos y poner en marcha despidos. El problema es que Cebrián quiere soluciones rápidas y evitar a toda costa que el diario siga siendo un lastre para el Grupo. Se avecina un otoño caliente para el económico de Prisa.
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