“Recuerda siempre que la multitud que aplaude tu coronación es la misma que aplaudirá tu decapitación. A la gente le gustan los espectáculos.” (Terry Pratchett)
En ese su empeño por tumbar las puertas del averno, Tele 5 prepara una singular ceremonia para la coronación de Jorge Javier Vázquez como sucesor de la reina madre de Gran Hermano. Para ser breve diré que es intención de la casa (del terror) tener todo atado y bien atado y que para tan singular rito desea reunir en el plató como público presencial al mayor número posible de los 300 participantes de las ediciones anteriores de GH. Así ha sido instado para su burda utilización, mediante mensaje telefónico enviado por Telegenia, este nuevo ejército de Gedeón advertido de que no hay caché y que “probablemente” acudirá Mercedes Milá a la gala 0.
La jugada es simple: ponerle la pierna encima al candor y la inocencia de unos incautos -se les ha exigido máxima discreción u “omertá siciliana”- para con su asistencia refugiar y legitimar a la albóndiga asesina mientras ellos hacen sonar sus cuernos. Con esta astucia, diseñada por Zeppelin, los imprudentes ex concursantes pensando acudir a un rendido homenaje a su reina madre -abdicada hasta de su histeria que voluntariamente ha elegido instalarse en la postmortalidad- se realizará una felación masiva al histérico gordo sicalíptico de temperamento inflamable en un “todos a una” que se llevará a cabo con una diarrea de halagos dirigidos con fe y fervor a su figura de profeta del pensamiento único. Será el parto sin dolor del monstruo interrogador. El nacimiento de la Nueva Era Gran Hermano proclamada por un impresentable presentador, si es que como tal cosa se le puede calificar, que sin duda alguna lo hará a pedir de boca de sus jefes de la cadena (del váter) y estará, esté como esté, por encima de su altura física y de su calidad humana.
¡Suerte!
Antonio de La Española
