Nuestros hábitos de compra han cambiado radicalmente gracias al impulso de la tecnología móvil y al crecimiento de las plataformas y redes sociales. La economía colaborativa está cambiando la manera en que las empresas piensan y se comportan con sus clientes. La industria está siendo testigo de una explosión en la compraventa entre particulares, el modelo de negocio colaborativo que forma la base de la economía social. Sólo hace falta echar un vistazo a sectores tan diversos como la moda, el alquiler de apartamentos o el taxi. Chicfy, Airbnb o Uber son ejemplos de cómo servicios tradicionalmente offline se han digitalizado por completo, gracias a un marketplace que pone en contacto a ambas partes, comprador y vendedor.
También los gigantes que lideran los modelos tradicionales de comercio electrónico, como Shibsted, eBay o Amazon, están siendo seriamente cuestionados por startups cuya propuesta de valor se basa en una aplicación móvil y en la economía colaborativa. Por ejemplo, Wallapop con más de 10 millones de descargas en apenas dos años de vida. O Vibbo, la última aplicación de Shibsted, con 930M€ de transacciones en bienes de segunda mano en 2015. Sorprende que estas nuevas apps no tengan ningún modelo de negocio hasta la fecha, están enfocadas únicamente al crecimiento de usuarios. Tampoco son transaccionales, es decir, no permiten pagos entre usuarios, por lo que la entrega debe realizarse en mano para asegurar el pago, y las transacciones remotas no son posibles, lo que reduce enormemente el negocio. Todos hemos vivido o conocemos casos cercanos de estafa, fraude o situaciones desagradables surgidas de un mercadillo online.
Y es que no todo son rosas en el camino, el despegue de algunas ha sido meteórico, parece que llevan toda la vida aquí, pero nada más lejos de la realidad. Los niños bonitos del sector se han hecho mayores a base de saltar etapas y no mirar atrás. Es ahora cuando empiezan a darse cuenta de que, antes o después, será necesario facturar para ser sostenibles. Y para ello deben mejorar su experiencia de usuario y aportar un valor añadido del que carecen: garantizar la seguridad de las transacciones entre compradores y vendedores. Todos queremos reservar nuestras vacaciones meses antes para obtener el mejor precio, pero, cada vez más, exigimos que no nos cobren el apartamento hasta que entremos por la puerta y sea de nuestro agrado, conforme a lo contratado. Queremos comprar ropa desde nuestra casa, pero no pagarla hasta confirmar que nos queda bien. Y si no, la devolvemos.
MarketPay.io lo hace posible. Por fin nace una API de pagos escrow que es 100% segura, inviolable, gracias a su doble contabilidad en Blockchain. Habilita un nuevo modelo de negocio para marketplaces y ecommerce, integrándose como marca blanca para convertir las plataformas en transaccionales. Es decir, MarketPay.io permite que los usuarios realicen el pago sin riesgos a través de ellas, algo que hasta ahora nadie ha sabido hacer. MarketPay.io lo ha logrado gracias a un servicio escrow (depósito bancario como garantía) que sincroniza el pago y la entrega. De este modo, nadie corre riesgos: el vendedor envía el producto o presta el servicio con la garantía de que cobrará el dinero, ya retenido al comprador. El comprador sabe que sólo se pagará al vendedor tras recibir el pedido o servicio correctamente. A la plataforma le permite, por fin, monetizar. Y habilita las transacciones remotas aumentando así su volumen de negocio. Y todo ello sin esfuerzo alguno.
MarketPay.io se adapta a las reglas de negocio de cualquier marketplace o ecommerce mediante smart contracts basados en Ethereum, y permite integrar cualquier entidad bancaria del cliente. Por poner un ejemplo, una compañía aérea puede habilitar gracias a MarketPay.io un automatismo que retorne el importe íntegro de la compra inmediatamente tras la cancelación del vuelo, sin gestión alguna por su parte.
Para el usuario, MarketPay.io se percibe como un medio de pago más, similar a PayPal, con la salvedad de que resulta sustancialmente más económico y ofrece una seguridad real. No se limita a arbitrar posibles litigios: el dinero no cambia de manos hasta que la compraventa finaliza con éxito. De este modo, la experiencia de usuario se completa garantizando la seguridad en la transacción a ambas partes, el círculo de la compraventa se cierra sin riesgos.
MarketPay.io ha sido fundada por empresarios españoles de larga trayectoria en Internet, tras la experiencia de haber construido varios ecommerce que requerían pagos en escrow. MarketPay.io está planeando una ronda de inversión que le permitirá internacionalizarse a final de año.
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