En la Tierra a viernes, 29 marzo, 2024

José M. Moraleda (SEHH): “Gracias a nuestro dircom estamos aprendiendo a hablar el lenguaje de la prensa”

¿Sabías que el hematólogo no solo es el profesional que tiene la llave de los bancos de sangre? ¿Sabías que, desde el punto de vista estrictamente científico, los hematólogos españoles están a la vanguardia mundial? ¿Y que en los próximos años se presentarán avances que tendrán un relevante impacto en esta especialidad? Si tu respuesta es negativa, quizá el motivo puedas encontrarlo en que, a veces, el miedo a exponerse a la opinión pública lleva al equipo directivo de las sociedades científicas a prescindir de un elemento tremendamente importante para algo tan elemental como dar a conocer sus funciones o para algo tan complejo como alcanzar sus objetivos: la comunicación.

Lejos de adquirir formación como portavoces o de incorporar a su entidad a una o varias personas expertas en la materia que se responsabilicen de proyectar e impulsar una imagen de la especialidad, muchas sociedades científicas permiten que sus logros pasen inadvertidos para el mundo. Eso es lo que le ha pasado a la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH). Sin embargo, desde la creación de su departamento de comunicación, su relación con los medios se ha estrechado.

Lo reconocía José María Moraleda, presidente de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH), durante la jornada “Algo se está moviendo en el mundo de la hematología” a la que asistieron periodistas de medios especializados y de medios generalistas. “Gracias a nuestro responsable de Comunicación, estamos aprendiendo a hablar vuestro lenguaje y a valorar la importancia del ‘ahora’”. Este experto subrayaba que, entre los objetivos prioritarios de su sociedad científica, se incluye, además de fomentar la investigación y la formación, elaborar un plan de comunicación y difusión.

 Jorge Sanchez SEHH

Y es que, apenas 10 meses después de la incorporación de Jorge Sánchez Franco como responsable de Comunicación, la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia ha organizado dicha jornada con el aval de la Asociación Nacional de Informadores de la Salud (ANIS). Durante la misma, los periodistas han podido conocer desde las funciones de un hematólogo en un hospital hasta los adelantos en investigación que se han producido recientemente y los que están por venir en enfermedades como la hemofilia, la anemia de Fanconi, la leucemia linfoblrástica aguda o el mieloma.

En la mayoría de los casos, el miedo a comunicar no suele venir por la falta de talento, sino por la escasez de experiencia. Solo derribándolo se consigue generar reputación y alcanzar el ansiado reconocimiento social. El proceso podría compararse con el compromiso de formación continuada del hematólogo: nuestra pasión, estrategia y esfuerzo nos permitirán obtener resultados, pero nunca terminaremos. Cada día hay nuevos retos que superar y que pondrán a prueba nuestra paciencia.

La prensa, un aliado para dar a conocer el impacto de la innovación en hematología

José María Moraleda explicó a los asistentes que “la investigación clínica, apoyada en estudios genéticos y moleculares, necesitará el apoyo de todos los agentes sociales, pues seguirá siendo imprescindible para contribuir a los futuros avances de la especialidad”. Y pidió a los medios de comunicación estar atentos al relevante impacto que provocará la llegada de numerosas y destacadas innovaciones farmacológicas en los próximos años, lo que a su vez plantea cierta inquietud sobre su financiación por parte del Sistema Nacional de Salud (SNS)”.

Tal es el caso del mieloma múltiple, una enfermedad muy destructiva que puede producir mucho dolor y, en consecuencia, un gran deterioro de la calidad de vida. Los avances terapéuticos en este área “se suceden de manera vertiginosa y se espera un importante incremento del arsenal terapéutico para esta enfermedad, hasta tal punto que se podría estar iniciando el camino hacia su curación”, afirma el experto.

Por otro lado, destacó que “estamos asistiendo a un salto cualitativo en el tratamiento del cáncer hematológico de la mano de la inmunoterapia”. Aparte de los prometedores fármacos monoclonales, “hay en perspectiva ensayos clínicos con la terapia CART, que se basa en la producción de linfocitos T genéticamente modificados para que reconozcan antígenos de superficie de células tumorales y las destruyan”, añade. Por el momento, “es un arma más en el tratamiento, decisiva en algunos casos, pero posiblemente poco útil en otros. Solo estamos dando los pasos iniciales para llevar a cabo estrategias de inmunoterapia antitumoral con una eficacia nunca vista hasta ahora”.

A día de hoy, se ha podido constatar una potente actividad antitumoral en la leucemia aguda linfoblástica (LAL), la leucemia linfática crónica (LLC) y los linfomas no Hodgkin. Paralelamente, se está investigando activamente el empleo de CART en la leucemia aguda mieloblástica (LAM), el mieloma múltiple y el linfoma de Hodgkin. Entre otros aspectos, “se está intentando asegurar la duración de los CART a largo plazo, mejorar la eficiencia de su producción, combinar CART para atacar varios antígenos de superficie de las células malignas al mismo tiempo, combatir las recaídas en las que el antígeno diana inicial es negativo, y reducir su toxicidad”, explica el presidente de la SEHH. “Lo más importante es generar un número suficiente de linfocitos T que sean capaces de activarse y lograr una destrucción de las células neoplásicas lo más completa posible”.

El hematólogo y la terapia celular y génica

Con respecto a las terapias avanzadas, la hematología también tiene mucho que decir. Por un lado, el hematólogo está desempeñando un papel trascendental en el ámbito de la terapia celular, ya que el trasplante de células madre de médula ósea es la terapia celular por excelencia. “Se lleva practicando y perfeccionando desde hace décadas con el objetivo de curar enfermedades malignas de la sangre, como leucemias, linfomas y mielomas”, afirma el doctor Moraleda. También se están utilizando células modificadas genéticamente para tratar con mayor eficacia determinadas enfermedades –es el caso de la anteriormente citada terapia CART-, más allá de las estrictamente hematológicas. Por otro lado, a principios de este año se puso en marcha el primer ensayo español de terapia génica, dirigido a la corrección de un defecto en las células de los niños con anemia de Fanconi, una patología rara hematológica.

La hemofilia, una enfermedad hereditaria producida por déficit de los factores de la coagulación VIII (hemofilia A) o IX (hemofilia B), es otra de las enfermedades cuyo curso clínico “cambiará, en un futuro no muy lejano, gracias al uso de factores recombinantes de origen biotecnológico. Los afectados por la enfermedad podrán llevar una vida normal con el empleo de estos medicamentos”, concluye.

Seguiremos informando…

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