Ikea es una de las empresas de mayor relevancia, tanto en su sector como fuera de él. Y es que pocas son las casas que, de una forma u otra, no tienen al menos uno de sus productos en su interior. Un dominio que, en nuestro país, también es aplastante y que crecerá tras la llegada, en breve, de la venta de sus productos a través de Internet. De momento, lo están probando en el macro-establecimiento que tiene en Valencia, concretamente el Alfafar, y si nada lo impide, estará listo en el resto de emplazamientos en el mes de diciembre.
Así, con lo que desde Ikea han denominado Compra Online Versión 1.0, se pretende acabar con la excusa de la accesibilidad (o más bien la ausencia de ella) que muchos ponen de cara a no consumir sus muebles o accesorios. Este nuevo servicio, adaptado a las necesidades del cliente y en continua actualización, da una doble alternativa al comprador: por un lado se pueden recepcionar las compras en el establecimiento, previo pago de 16 euros, en un punto concreto de entrega, con un coste de 21 euros o hacerlo en el domicilio particular, hecho que nos costará algo más (55 euros en su tarifa más reducida, que crecerá de igual modo que lo haga el número de productos comprados y la distancia a la zona de entrega).
Este envío, el realizado por Ikea, de momento, se centrará en las áreas cercanas a los establecimientos (no se saldrá de la región en resumen). Al menos, será así en esta primera fase. Independientemente de esto, y con todo el catálogo a disposición de sus clientes “online” (excepto la tela por metros, las encimeras a medida o los pertenecientes a la sección de oportunidades), Ikea da un paso más para equipararse a sus competidores, que ya están inmersos en esta dinámica (Leroy Merlin o Carrefour, por ejemplo) y para sumergirse de forma definitiva en el ámbito de la multicanalidad. Estaremos atentos a los siguientes pasos.
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