A finales de agosto recibimos la noticia: Apple había sido obligada a pagar los 13.000 millones de dólares (más intereses) que debía por la fiscalidad no pagada entre 2003 y 2014. Una multa, sin precedentes (la mayor, hasta la fecha, la acumulaba la francesa EdF) que, en palabras de Jose Carlos Díez: “Es una oportunidad magnífica para crear un único impuesto de sociedades europeo que sustituya a los nacionales”. Además, el economista advierte también que podría, o quizás debería, generar la creación de: “Un sistema federal de agencias tributarias europeo a imagen y semejanza del BCE”.
No sabemos si la multa a Apple llegará a ello. Su efecto, a nivel grupal, aún no se ha producido. Lo que sí está claro es que son dos las posturas creadas tras su ejecución: la que piensa que se abrió una peligrosa puerta (el poder es el poder y se ha dañado a un miembro VIP) y la que, y en ella parece estar Jose Carlos, lo concibe como un halo de esperanza ante la situación que vivimos: “Necesitamos normas y tienen que ser globales. Se está avanzado y la multa de Apple lo confirma”. Eso sí, aclara que: “Necesitamos reformar las instituciones mundiales nacidas en Bretton Woods urgentemente”.
El error de Apple… y otros tantos
¿Qué había pasado realmente? Sencillo. Los de Cupertino habían tomado la decisión de trasladar sus acciones económicas en Europa a Irlanda (con impuestos más reducidos). Ésta, por su parte, decidió dar un punto extra dejando el 12,5% habitual en un ínfimo 1% (en 2003) y un 0,005% en 2014. Unos datgos extraídos de los 130 folios que ocupa la investigación, en la que se incluye todo tipo de detalles sobre los “tax ruling” (el acuerdo que mencionábamos entre empresa y país) que parecía tener Apple con este estado y que se consideran delito al incluir “presumiblemente” ayuda de estado.
El caso de Apple no es el único. ¿El último? Twitter España (en relación con Twitter International Company situada en… ¡Sorpresa! Irlanda). Allí es dónde se fiscalizan los ingresos que se obtienen en nuestro país (sobre todo de publicidad). Otra triquiñuela para evitar pagar unos impuestos más altos. De momento, la Agencia Tributaria está investigando los cuatro años que, para su desgracia, siguen activos: “Si la Agencia está investigando hay muchas posibilidades de elusión”. Advierte también que estos procesos: “Son complejos y llevan años”. También tiene claro que tanto España como el resto de países tienen poco que hacer sin ayuda: “Un país lucha contra molinos en Internet, como el Quijote. Lo relevante es que sea la Comisión Europea la que lidera las sanciones”.
Lo difícil es evitarlo
El problema sigue latente, a pesar de la multa a Apple. Y es que, mientras haya países que permitan acciones de este tipo, como dice nuestro experto, no habrá cura para la enfermedad: “La clave es que no haya países como Irlanda que permitan a estas multinacional eludir el pago del impuesto en los países donde se genera el beneficio”. Así, y sin conocer datos oficiales, podemos hacernos una idea de los que nos puede afectar, aunque lo veamos tan alejado, tras esta comparativa: “Cómo hemos dicho, Apple pagaba el 0,05% en el impuesto de sociedades en Irlanda. En España hay deducciones pero el tipo no sería inferior al 15%”. Hagan números señores y sabrán que es lo que realmente persiguen las autoridades. Y no olviden lo que nos recuerda Jose Carlos: “La Comisaria danesa, Margrethe Vestager, es en la que se inspiró la serie Borgen”.
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