La tensión estuvo presente durante toda la segunda gala de Gran Hermano. La sombra de la primera expulsión y las primeras nominaciones mantuvieron la tensión en una noche llena de emociones y sorpresas. Las dos parejas de amigos que habían entrado a la casa de Guadalix de la Sierra unidas tuvieron que separarse y Cris y Laura pasarán a la historia de esta edición por ser sus primeros expulsados de esta edición de GH. Ambos tuvieron que hacer frente además, a la falta de suerte, y es que ninguno de ellos obtuvo la vida extra que tanto deseaban.
Las malas noticias para los concursantes no se quedaron ahí, y es que cuatro de ellos se han convertido también en los primeros nominados de la edición. Meritxell, Miguel, Candelas y Pablo tendrán que jugárselo al todo o nada en la gala del próximo jueves, donde uno de ellos se encontrará en el plató con sus compañeros Cris y Laura y tendrá que hacer frente a las preguntas de Jorge Javier Vázquez.
La casa de Gran Hermano también recibió ayer la primera visita inesperada. En este caso fue Terelu, que sólo por unos minutos cambió los platós de Sálvame y se instaló en la casa de GH. El juego de las bolas que introdujo en la casa la hija de María Teresa Campos, sirvió para conocer al primer privilegiado de la edición. El afortunado fue Pol, el jugador de lucha libre que recibió varios consejos de Sofía, la última ganadora de Gran Hermano, para que sea él el que se lleve el maletín este año.
Para eso quedan, por lo menos tres meses y muchas historias que irán ocurriendo a lo largo de los días en la casa de Guadalix de la Sierra. Además, de este vídeo Pol también recibió privilegios como dormir bien, no pasar nunca hambre, tener autoridad suficiente como para mandar dentro de la casa y en la prueba, escuchar las nominaciones de sus compañeros y tener el privilegio de ser el último en nominar. Por último, los espectadores eligieron que Pol tuviese que escoger a uno de sus compañeros para que no nominase, siendo Candelas la elegida por el catalán.
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