Los malos resultados de Twitter son, de sobra, conocidos por todos. No consigue generar nuevos ingresos (a pesar de instaurar nuevas actualizaciones en aras de lograr este objetivo) y tampoco ganar usuarios, hecho que podría facilitarle su meta primera, los beneficios (de los que antes hablábamos). Con todo, parece ser que cuando las cosas empezaron a torcerse, desde las altas esferas se prometió un cambio de rumbo que, de lejos, no se ha producido todavía. Esto ha cansado a algunos de los accionistas que han decidido tomar medidas: han demandado a Jack Dorsey y su Twitter.
Doris Shenwick es la cabeza, y la cara, de esta acción, en la que se incluyen todos los inversores que se hicieron con títulos de Twitter entre el 6 de febrero y el 28 de julio del pasado año. Alegan que fueron engañados por los directivos, los cuales les prometieron un alza de la compañía que no se produce (y ni se la ve venir). Les dijeron que llegarían a los 550 millones de usuarios en no mucho tiempo (ni hay visos de que se llegue más allá de los poco más de 300 millones que tiene a día de hoy) y a los 1.000 millones en unos años (menos aún si atendemos al dato dado anteriormente).
Así, a Twitter le han pasado por la izquierda casi todas las apps de renombre (Facebook, Whatsapp, Instagram, Snapchat…). Un hecho que enfurece también a los inversores que ven como han tirado su dinero contando con alternativas mejores. Son los mismos que defienden que las promesas que captaron su capital se realizaron sin una base que las sustentara, según informa Bloomberg. Ajenos a ello, aunque no del todo, desde la cúpula de Twitter continúan implementando nuevas medidas (como el comienzo de las retransmisiones deportivas en EEUU) para revertir un hecho que, de seguir así, puede terminar con la que ha sido la Red Social estrella en otros tiempos.
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