Juan Luis Cebrián se ha propuesto soltar lastre de Prisa antes de que finalice 2016. Se lo exigen sus acreedores, sus accionistas y el mercado, que pide reducir costes y una nueva estructura para seguir confiando en la compañía. En agosto conocimos por filtraciones de la propia Prisa a prensa anglosajona que estaba en el mercado el 75% que posee de Santillana, precisamente uno de sus negocios más consolidados y paradójicamente la compañía que hizo rico al fallecido Jesús de Polanco, fundador de Prisa ¿El precio? Cebrián valora la compañía en 2.000 millones de euros.
En pleno proceso de venta Juan Luis Cebrián habría ofrecido la compañía a otras dos de las editoriales con mayor presencia en España: la alemana Bertelsmann y la española Planeta. Según ha informado Hispanidad.com Planeta habría rechazado la oferta porque se encuentra en un proceso de reestructuración tras la muerte de José Manuel Lara mientras que los alemanes habrían pedido tiempo para analizar la operación. Santillana es un bocado apetecible porque controla absolutamente el mercado editorial español de libros de texto, una hegemonía que replica en buena parte de los países latinoamericanos.
¿El objetivo de Prisa con la venta de Santillana? Según Bloomberg la idea es reducir deuda de 1.560 millones de euros, con un gran porcentaje en el corto plazo. Paralelamente Bloomberg agregaba hace unas semanas que Victoria Capital Partners, que posee el otro 25% de Santillana, también está explorando vías que permitan vender su participación. El grupo compró en abril de 2010 este porcentaje por 279 millones de euros. El objetivo ahora es sacar un poco más por la venta.
Santillana, importante máquina de generar ingresos
Santillana publica libros de texto y vende material escolar digital en escuelas de 22 países y es además una de las máquinas de facturación de la compañía. En sus últimos resultados semestrales los ingresos de la división Educación (que incluye casi exclusivamente a Santillana) facturó 279 millones de euros, poco menos de la mitad de los 634 millones que facturó todo el Grupo Prisa en este mismo periodo. Santillana además es la almendra que dio nacimiento a toda la compañía. De hecho, Jesús Polanco se hizo rico con Santillana antes de fundar El País y comprar Cadena SER, el germen de Prisa.
En esta línea, algunos directivos dentro de Prisa no ven con buenos esta maniobra de Cebrián que continúa su huida hacia adelante vendiendo activos claves (como Santillana) dentro del perímetro de la compañía. De concretarse la venta, Cebrián obtendría un buen rédito por la venta, pero automáticamente perdería casi la mitad de su facturación. Solo se quedaría con su negocio de medios y con Cadena SER y El País. Seguirá teniendo influencia mediática, pero perderá un importante flujo de caja.
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