Cuando Evan Spielgel y Bobby Brown esbozaron lo que, después, se convirtió en Snapchat, estamos seguros que jamás llegaron a pensar que alcanzarían los números que tienen actualmente y, menos, en tan poco tiempo. Hablamos de una pequeña idea que nació, como nos comenta nuestra experta en Redes Sociales, María Redondo, de una reflexión de Brown: “Me gustaría que estas fotos que estoy enviando a esta chica desapareciesen luego”. Tras esto, se preguntaron para si mismos… ¿Por qué no lo hacemos nosotros? La respuesta fue más que evidente y se tradujo en que, poco después, se encontraban trabajando en lo que sería el primero intento camino de Snapchat: Pictaboo.
Así, Pictaboo fue mejorando hasta dar lugar, como hemos dicho previamente, a la plataforma de fotografía hoy conocida como Snapchat. ¿Su gancho? El que la mente de sus dos creadores no perdió de vista en ningún momento durante el proceso de creación: “La desaparición del contenido tras unos segundos”. Así, habían dado vida a una plataforma que hacía buena una expresión que, de usarse mucho en el fútbol (lo que pasa en el campo se queda en el campo) también se extrapoló al social media: “Lo que pasa en internet se queda en internet”. Una frase que bien pudo ser su ‘claim’ y que generó el gusto de los usuarios que: “Empezaron a descargárselo de forma masiva para compartir fotos”.
Unos usuarios, los de Snapchat, que estaban muy bien definidos, como bien nos comenta María: “Igual que en Facebook, se lanza a un público muy joven: De instituto y universidad”. Estos, lo recibieron con los brazos abiertos, más con los filtros fotográficos que incluía (no eran tanto como ahora pero alguno había). ¿Los que más llamaron la atención (tanto antes como ahora)?: “Los divertidos como, por ejemplo, el ‘Dog’ o el de cambiarse la cara por la de otra persona”.
Actualizarse o morir
Así, no sólo de estos filtros ha vivido el éxito de Snapchat. Y es que, sus creadores no han parado de actualizar la plataforma entendiendo que, como dice el dicho, solo vale: “Renovarse o morir”. Lo mejor es que han sabido dar en el clavo en cada uno de los pasos dados: “El cambio ha sido muy grande. Al principio, sólo se podían compartir imágenes y de forma privada. De ahí, pasó a poder compartir vídeos. Más tarde, a poder crear tu propia historia pública de fotos y vídeos que se pueden ver durante 24 horas. Luego vendrían los chats, los geofiltros y recientemente, los filtros para caras que tanto se utilizan”. Unos cambios que han beneficiado, y mucho, al usuario: “Han puesto a disposición de usuario todo un catálogo de recursos para expresar cómo se es realmente, sin demasiados artificios… y renovable día a día”.
Una compra fallida (y una copia infructuosa)
Mark Zuckerberg suele ser de los que se enamora de la competencia hasta el punto de comprarla. Un camino que quiso tomar con Snapchat pero, a diferencia de otros casos (como Whatsapp, por ejemplo) le dieron la puerta en las narices. 3.000 millones fue la oferta que rechazó Spiegel. También dijo no a una de 4.000 de Google. Dos decisiones que, en aquel momento, le hicieron parecer un loco o, como bien comenta nuestra experta: “Se les tachó de arrogantes. El mismo adjetivo con el que se califica a los millenials. Olvidando que esta generación ya no trabaja tanto por dinero, sino por pura motivación”. Así, en su opinión: “No vendió Snapchat porque sentía que todavía le quedaba mucho por hacer y, si vendía, la diversión se habría acabado”. Ahora, habiendo pasado casi tres años, todos le dan la razón (que fácil es verlo todo a posteriori). Por su parte, el CEO de Facebook, al que parece que no le sientan bien las negativas, decidió que sino me uno al enemigo… ¡Le copio! Pero ni con esas: “Creo que no le han afectado las copias”. A la vista queda. De hecho: “Los jóvenes siguen sin seguir las historias en Instagram. No han cambiado los ‘snaps’ por la competencia”.
Así, Snapchat es, hoy, la revelación de los últimos 5 años en el social media. ¿El motivo? Además de los ya comentados: “Gusta su tono y su lenguaje. El hecho de que nada en Snapchat es tradicional”. Y es que, a opinión de María Redondo: “En otras redes sociales, todo es previsible. Hasta los vídeos que se graban están pensados y preparados. Aquí no se puede. Esa espontaneidad y frescura todavía no se ha exportado a otras redes sociales”.
Snapchat: ¿Alternativa para las marcas?
Lo único que aún no permite Snapchat, que si dan opción otras plataformas, es la monetización: “Creo que es pronto para hablar de monetizar en esta red social” nos comenta nuestra experta. ¿Por qué? Chocaría con otra más longeva: “La forma sería a través un modelo similar al de Youtube y las marcas todavía no han fijado su punto de mira en ella”. Un hecho que puede cambiar, aunque no en todos los casos: “Snapchat no es para todas las marcas. Ahora bien, si en algo puede beneficiar a una marca es en transmitir sus valores, algo que cuesta mucho, a generaciones que ya no creen en la publicidad”. Así, los puede convertirse, para los Millenials y la Generación Z: “En un mini canal de TV, de emisión diaria, con piezas de contenido accesibles en tiempo y forma a personas que consumen de forma masiva este tipo de contenido”.
Futuro prometedor… Hasta cambiando de sector
Así, Snapchat tiene un presente halagador, incluso (en palabras de María): “Algo subido. Se ha sobrevalorado un poco de hecho”. Sobre todo: “Si tenemos en cuenta, por ejemplo, el número de usuarios respecto a otras redes sociales”. Sin embargo, y esto es lo mejor, cuenta con un futuro en el que su éxito se ve más que seguro, más: “Cuando la parte de ‘ads’ esté más desarrollada y sea más accesible”. En ese momento: “Su potencial será increíble. Por esto y porque llega a un público al que no se llega con otras redes sociales”. Mientras esto llega, la compañía (que ha cambiado de nombre a Snap Inc.) trata de hacerse hueco en otro sector, aprovechando la compra Verguence Labs que hizo hace dos años. Un paso que, según las palabras de María, es lógico: “Es normal que una compañía cuyo activo sea el contenido audiovisual capturado ‘On-the-go’ invierta en este tipo de hardware”. Veremos si, finalmente, el octubre le salen bien los tests y en 2017 podemos ver un producto fiable en la calle. ¡Ah! Y su llegada a bolsa. Todo pinta muy bien para Snapchat. Esperemos que mantengan la cabeza sobre los hombros para todo siga así.
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