La norma dice que en un embarazo se tienen días buenos y días malos (como en casi todo en la vida). También, como ocurre en la mayoría de los casos, existen casos puntuales en los que la mujer: “No tiene molestias, nauseas, ciática… apenas tienen tripa. Así, hacen vida normal hasta el día del parto, prácticamente”. Pero no es lo normal (esto último). Así, nuestra experta quiere regalaros unos pequeños consejos para que lo viváis sin sobresaltos.
- Guárdate ratos para ti: “Habla con el padre o con una amiga, para que se queden con tu hij@ mayor durante un rato. Este tiempo utilízalo para relajarte, darte un baño, hacer ejercicio o pasear. También para ir a las clases preparación al parto”. Del mismo modo: “Serán momentos para estar a solas con tu bebé y podrás conectar con él”.
- Prepara el nido con antelación: “Si en el primer embarazo se coloca todo desde el primer trimestre, en el segundo es más fácil dejarlo todo para el último momento. Es un fallo. Revisa la ropa de tu primer retoño con tiempo, coloca la cuna, el cambiador… ¡Y la bolsa para el hospital! Esperar al final puede producirte estrés.
- Asegúrate de contar con todo tipo de ayuda: “Tendrás revisiones y citas médicas, sobre todo al final. Y es que, al ir al médico sabes cuando entras pero no cuando sales. Además, al final de este periodo, no podrás hacer ciertas cosas (como la compra, por ejemplo). También hay que estar organizada con la familia, y una maleta extra.
Tres consejos, los que nos da Lydia, a los que deben unirse: “Las pautas de alimentación, ejercicio y cuidados de la matrona (o el ginecólogo) disfrutarás sin duda del embarazo. Sólo una cosa más: “Hazte alguna foto. Es muy bonito”.
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