“Mama, lo he decidido: quiero ser blogger”. Una frase, para el gusto de muchos y el pesar de otros (sobre todo padres) se escucha mucho en los tiempos que corren. Atrás quedaron otras que copaban las aspiraciones, de todo tipo, de muchas jóvenes con ganas darle un buen mordisco al mundo. Hoy, su percepción de la vida ha cambiado e Internet tiene gran parte de culpa. Es normal: viven todo el día en sus redes. Por tanto… ¿Qué mejor que profesionalizar lo que hago como hobbie? Un hecho que, a diferencia de lo que muchos puedan creer, no es labor sencilla. Nosotros nos hemos puesto en manos de una experta que sabe bien lo que es iniciar esta aventura.
No se nace siendo ‘blogger’
Ser blogger, como bien hemos comentado inicialmente, no es algo que ocurra de la noche a la mañana. Es decir, no se nace con las aptitudes: “En mi opinión, un blogger se hace” comienza diciendo Georgina Gerónimo, autora de Minibloggers “es cierto que hay quien tiene más facilidad para influenciar y le será más fácil llegar más lejos pero no se nace sabiendo”. Para ello, por un lado: “Nos podemos fijar en los truquitos de las grandes y emularlas de la mejor manera que podamos” y, sobre todo “ser muy paciente y constante. Así, empezará a llegar un gran número de público”. Eso sí, esa vorágine de público: “Incluye a los haters” a los cuales “no todo el mundo puede aguantar”. Por ello, conviene saber, de primeras: “Que hay que tener mucha fuerza para enfrentarse a las consecuencias de exhibirse en las redes”.
La foto, el Santo Grial de un ‘blogger’
Georgina, como decimos, es autora de Minibloggers. Una obra literaria en la que el lector(a) recorre, y así conoce, la maravillosa (aunque no siempre) vida de una blogger de moda. Esas que, de poco, han pasado a tener más relevancia que las revistas del sector. Todo con tan sólo: “Un móvil que pueda hacer buenas fotos, creatividad y diferenciación… ¡Ah! Y un novio con mucha paciencia, o una buena amiga…”. Sin ellos es posible, pero no igual: “La calidad de las fotos aumenta cuando hay alguien haciéndotelas” es más, a su juicio “un selfie no es una buena manera de enseñar un outfit… y a tus seguidores no les va a gustar”. Así, si no se cuenta con una segunda persona, existe la opción de: “Entrenarse en el arte del temporizador”. Todo por conseguir una buena instantánea, un hecho que es clave. También lo es el tener ese puntito extra del que otros carecen: “Diferenciarse”.
Con todo, toda blogger de moda que aspire al éxito debe evitar el error que muchas iniciadas cometen: “No debemos aspirar a abarcarlo todo. Si un día muestras tu faceta más trendy y al día siguiente tu faceta más rock y al siguiente la más sport, vas a confundir a tu público y no vas a conseguir uno fiel”. Y hablando de fidelizar, tampoco es conveniente el publicar un día y olvidarse de hacerlo en los días posteriores: “A nadie le gusta un perfil que se actualiza cada dos semanas” por ello “Se debe ser muy constante”. Así, sabiendo que es complicado el comenzar, también lo es mantener viva con los años. ¿El secreto?: “Aplicarse todos los significados posibles de la frase “Renovarse o morir”. Además, debemos: “Estar en todas las plataformas posibles, cuidando mucho el contenido destinamos a cada una de ellas”. Y es que: “Es preferible menos cantidad de más calidad”. Es decir, no te vuelvas loca con publicar mucho en un día (aunque tampoco lo dejes en blanco). Georgina, nos pone un ejemplo: “No te abras un canal de youtube hasta que no tengas suficientes videos grabados como para asegurarte que luego los a poder ofrecer con regularidad”. Y si la regularidad (con clase) es primordial, también lo es no lanzarse sin conocer (o sin sentirse cómodo con el lugar en el que vas a caer): “No te expandas a plataformas que no van contigo. Aprende a dominarlas primero y luego ábrelas al público”.
¿Se acepta a las ‘blogguer’ de moda?
Como bien comentábamos en el arranque, existen aquell@s a l@s que caen en gracia y otr@s a l@s que, por el contrario, no tanto. De hecho, hoy en día, decir que trabajar como blogguer estaría, incluso, mal dicho ya que: “Blogger pretende definir una profesión que no está definida”. Ha sido una evolución, fruto del crecimiento exponencial de las Redes Sociales. Así: “Lo que empezábamos llamándole ‘blogger’, luego pasó a llamarse ‘instagrammer’ y luego ‘influencer”. Un hecho que, curiosamente, choca con otro fenómeno que ya se encontraba presente ante de que este explotase: Las It-Girls: “Ya estaban ahí desde hacía mucho tiempo” y ahora “Se catalogan en el mismo sector”. Así, la esperanza de Georgina es que: “Dentro de unos años tendremos una palabra para definirlo“. Mientras, lo que si se ha conseguido (sobre todo gracias a Youtube) es: “Humanizarlas”. El resto no ha cambiado: “Infundan admiración y envidia por partes iguales”. Un consejo ante este hecho (que no se puede erradicar): “Cuida bien de tus seguidores, que son quienes van a hacer que una marca apueste por ti”. El resto nunca va a cambiar.
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