Juan Luis Cebrián está en campaña para no volver a cometer los errores del pasado. Durante la últimas campañas presidenciales el Presidente Ejecutivo del grupo Prisa ha dado bandazos y ha hecho el ridículo apoyando hasta a tres candidatos diferentes durante los sucesivos comicios. Primero fue Mariano Rajoy, luego Albert Rivera y en algún momento Pedro Sánchez, pero nunca lo tuvo del todo claro, lo que le llevó a unas inconsistencias mediáticas, informativas y editoriales de mucha importancia.
Cebrián intentó moverse con la astucia de antaño, cuando era uno de los poderes en las sombras de España, siempre bien avenido al político de turno y con Prisa como una arma más del socialismo. En el comienzo de la Democracia se suscribió a Adolfo Suárez para luego apoyar a Felipe González. Zapatero nunca fue santo de su devoción, pero supo subirse al carro a pesar de que el ex Presidente apostó por crear su propio grupo mediático de la mano de laSexta y Público.
Luego fue fiel a Rubalcaba y quedó huérfano tras la salida del ex Ministro de Interior de la secretaría general del PSOE. Y desde ese momento ha dado palos de ciego. El problema no es que Cebrián tenga inconsistencias ideológicas –cualquiera puede tenerlas- sino que todas estas ambigüedades se ven constantemente plasmadas en la ideología que imprime a las líneas editoriales de sus dos medios de referencia: Cadena SER y El País. Cuando Cebrián da un giro ideológico o cambia de candidato todo nos damos cuenta, porque El País gira complemente el cariz de sus informaciones.
Esta inestabilidad ha llevado a Cebrián, a El País y Cadena SER a dar bandazos y a perder todos los apoyos políticos en las altas esferas. Es por ello que el Presidente Ejecutivo de Prisa ha enmendado el rumbo y ha decidido esta vez apostar a seguro y jugar conscientemente a dos bandas. Por todos es conocida la vieja amistad que cultiva con la Vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría con Cebrián, una relación que tras verse mermada por la decisión de Mariano Rajoy de no conceder a Prisa un canal de TDT, se ha recompuesto con el paso de los meses.
Cebrián espera cosechar en el futuro gobierno del PP
Pero Cebrián no solo fía sus cartas a su reconciliación con Soraya, también explora otras fórmulas de colaboración con Susana Díaz, para ponerse en todos los escenarios y sacar tajada de los probables futuros gobiernos de España. En el caso de Santamaría lo tiene más cerca con la investidura de Mariano Rajoy, pero en cuando a Susana Díaz, es innegable que Cebrián se ha ganado a pulso la confianza de la Presidenta andaluza.
Y es que Cebrián presume por los pasillos y a quien quiera escucharle, que ha sido él, y nadie más, el que ha tumbado a Pedro Sánchez con sus editoriales en El País y con la presión del grupo mediático. Independiente de efecto de Prisa en esta decisión, no es menos cierto que Susana Díaz está muy agradecida con Cebrián por los servicios prestados y el Presidente Ejecutivo de Prisa está a la espera de poder cosechar estos frutos sembrados, tanto con Soraya como con Susana. De esta manera, no debería sorprendernos que a partir de ahora el Grupo Prisa viva un nuevo renacimiento de la mano de las instituciones y el apoyo público. Cebrián está impaciente.
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