Apenas ocho años después del escándalo del “doctor” Torreiglesias, que fue despedido de forma fulminante por la dirección de TVE después de 12 años al frente de “Saber Vivir” tras descubrir que había incumplido algunas normas básicas de la cadena relativas a la inserción de espacios de publicidad en los programas, un nuevo episodio sobre inserciones publicitarias irregulares hace tambalear la reputación del espacio dedicado a la salud del magazine matinal Las Mañanas de La 1. En esta ocasión, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha sancionado a RTVE con 154.477 euros por incurrir en publicidad encubierta.
Los hechos, catalogados como una infracción administrativa “de carácter muy grave”, corresponden a una emisión del 18 de febrero de 2015, cuando Mariló Montero figuraba como presentadora del matinal. El programa emitió una entrevista sobre cirugía refractaria con el doctor Valentín Jiménez, oftalmólogo de la Clínica Baviera. Según la CNMC, esta información “adquiere un tono comercial con menciones que apelan a las virtudes y ventajas de dicha clínica, incluso con primeros planos de su página web”. Asimismo, el organismo aprecia “indicios de la existencia de una finalidad publicitaria y promocional, derivada de una incitación directa al consumo de ciertos productos o servicios y sin la identificación como publicidad”.
“Si bien la intervención del doctor Jiménez se realiza de forma interrumpida, en varias de sus intervenciones se sobreentiende que en clínica Baviera se pueden realizar las intervenciones médicas que solucionan los defectos refractivos de la vista sobre los que trata el programa”, expone la resolución. Este documento tacha la conducta como “una grave negligencia”.
Así pues, aunque Mariló Montero ya no está al frente de La Mañana de La 1, parece que su paso por el espacio puede salir bastante caro al ente público. Todo se sabrá cuando la Audiencia Nacional se pronuncie, pues RTVE ya ha anunciado que tiene previsto presentar un recurso contencioso-administrativo ante dicho organismo. Sin embargo, el daño a la reputación de uno de los pocos espacios televisivos dedicados a la salud ya está hecho. A los directivos de RTVE les costará mucho reponerse de este duro golpe.
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