Empoderar al paciente para mejorar los resultados en salud. Este es uno de los retos que Carmen Peña, actual presidenta de la Federación Internacional de Farmacia (FIP), puso sobre la mesa durante la conferencia inaugural del 20 Congreso Nacional de Farmacéuticos que durante estos días se celebra en Castellón. Esta necesidad de que el paciente, en coordinación con los profesionales de la salud, asuma un papel más activo en su enfermedad, no solo surge como consecuencia del cambio disruptivo que ha propiciado la tecnología. Según Carmen Peña, existe un motivo más urgente: “Muchos de nuestros sistemas sanitarios a nivel mundial fueron creados en el siglo XX para una sociedad de pacientes agudos, y no para una sociedad de paciente crónicos, muchos de ellos polimedicados, como en la que vivimos”.
Ante este perfil de paciente crónico, que cada día alcanza edades más avanzadas y aumenta en número, se hacen necesarias nuevas técnicas de acción en términos de asistencia sanitaria. Y en particular, desde el ámbito de la farmacia. “Los pacientes deben recibir una respuesta integral a los problemas que tengan. Y para ello, se deben promover nuevos servicios que vayan más allá de la dispensación. Necesitamos actualizar el concepto de asistencia sanitaria. Necesitamos derribar barreras y evitar que los pacientes se pierdan en el laberinto de especialidades y de burocracia. Necesitamos preocuparnos más por la integración de los procesos y la coordinación sociosanitaria”, ha propuesto Carmen Peña.
La presidenta de la FIP ha hecho reflexionar también sobre la importancia desarrollar estrategias de comunicación a la hora de construir este nuevo concepto de atención sanitaria: “Nuestro propósito es establecer modelos de cooperación propugnando políticas que fortalezcan la colaboración en beneficio de los pacientes. Siempre, por supuesto, bajo el respeto de nuestras correspondientes funciones en los distintos campos de las diferentes profesiones sanitarias. Y para ello, es esencial generar confianza entre los profesionales, mejorar la comunicación entre los diferentes profesionales, compartir los sistemas de información sobre el paciente y promover proyectos conjuntos”.
Carmen Peña ha incidido en que “la comunicación entre los diferentes profesionales de la salud debe ser la prioridad”. En este sentido, ha recalcado que “el sistema debe servir al paciente y no debe ser el paciente el que siga al sistema”. “En la construcción de este nuevo concepto de atención sanitario no debemos olvidar el relevante papel del paciente en sus registros clínicos y farmacológicos. Y la capacidad del paciente de decidir sobre el nivel de información que quiere que sea compartido entre los diferentes profesionales para la salud que le atienden”, ha subrayado.
Durante su intervención, Carmen Peña ha desglosado el documento Visión/Misión 2020, que elaboró la FIP en el año 2008 con el objetivo de promover el acceso seguro del medicamento y el uso responsable del mismo. “Es el principio de un gran camino, un hito del que quizá no fuimos del todo conscientes”, ha asegurado Carmen Peña. La implementación de este plan se enfocó en tres áreas: personas (pacientes, profesionales sanitarios y mujeres), servicios (salud pública, farmacia clínica, investigación y nuevas tecnologías) y sostenibilidad (acceso y uso de medicamentos, farmacéuticos y medio ambiente).
Sergio Marco Peiró, presidente del Colegio Oficial de Castellón, ha incidido también en el cambio de rol del paciente. “Cada día nos encontramos a pacientes más exigentes, por lo que el farmacéutico tiene un nuevo reto. La clave para seguir prestando un servicio basado en la calidad y en la confianza es adelantarse a los cambios y aprender de las necesidades que inquietan a los pacientes”, ha comentado.
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