Twitter, a pesar de su marcada caída en picado (que se acrecenta a cada día que pasa) sigue siendo, de momento, un hábitat en el que el éxito social es una opción más que viable, eso sí, sólo para aquel que la busca (y que se demuestra que vale). Hablamos de esos perfiles que en prnoticias.com os hemos presentado en los últimos meses y que, tras muchas horas frente a su timeline, han hecho que su ‘arroba’ sea deseada, y mucho, por las marcas.
Esos a los que, en la mayoría de los casos, hemos conocido ya en la cima, lugar que han copado tras años de duro trabajo y, cada cual, a su manera. Algunos por recomendación, como Señorita Puri: “Mi novio me dijo que todo el mundo estaba metido y que resultaba increíble que yo no. Así que como no tengo criterio, me abrí una cuenta”. Otros, como Bob Estropajo, vieron en la plataforma: “Una especie de escape ante lo que era la inminente salida de España hacia Alemania para mí y para mi familia”. Clausman, por su parte, lo hizo “a lo loco” y sin un motivo de peso. Quizás por eso nos confirma que, si hubiese podido ver el futuro, y con ello: “Lo salvaje o el esfuerzo ímprobo que hay que dedicarle, lo mismo me lo pienso dos veces”.
Sea como fuere, y tras unos años en Twitter (con historias para todos los públicos), lo general es que su estado haya evolucionado, o lo que es lo mismo, será bien distinto al de esos inicios que nos han narrado. Clausman, por ejemplo, es consciente: “De que el contexto de los tuits es muy importante y que no sólo hay que considerar las ideas propias a lo loco”. Por su parte, Señorita Puri es, a razón de lo que nos cuenta, la que más nota el paso del tiempo: “Antes tenía un blog donde descubría ideas muy creativas y productos asombrosos. Ahora, en Facebook, pongo frases ingeniosas que resumen la actualidad (mías o de terceros), pero que han aparecido primero en Twitter. Es, por llamarlo de alguna manera, una especie de ‘Greatest Hits’ de Twitter”. Al otro lado de la balanza esta nuestro Bob Estropajo, el cual no le da mucha importancia: “Supongo que de los primeros tuits a los últimos habrá una evolución pero intento no echar demasiado la vista atrás”.
En lo que si coinciden casi todos es en que no esperaban un recibimiento como el que tuvieron (ni tienen): “No creí que fuera a ser así. Sinceramente. De hecho, tengo que decir que en ocasiones me ha desbordado”. Un hecho genérico, a pesar de quel, como advierte Clausman, en su caso: “La cuenta siempre ha tenido un crecimiento muy lineal, sin grandes explosiones”. Igual que Señorita Puri: “Ha sido todo gradual (en los 9 años que hace ya que nació el blog). Nunca fue algo súbito”.
En Twitter… ¿Cuesta más arrancar o mantenerse?
Los comienzos, en todas las disciplinas, son siempre complicados. En Twitter, para no romper la norma: “Arrancar es lo peor, sin duda”. Palabras de Clausman. Más si lo que buscas es crear: “Un perfil con un estilo personal”. Tras esto, y una vez pase el tiempo (y con un número aceptable de seguidores), la cosa cambia: “Cuando tienes tantos seguidores, la cosa es más fácil porque la gente más o menos sabe lo que espera de ti”. Bob Estropajo lo secunda: “No tienes casi visibilidad y tienes que intentar jugar bien tus bazas” y puntualiza “eso no quita que mantenerse sea fácil. Es una cuestión de trabajo y algo de método”. Dos conclusiones que no comparte Señorita Puri: “Yo no lo veo difícil”. De hecho, a ella, a título personal y con Twitter como continente: “Me sale solo porque es muy rápido y estás informada todo el día, lo cual es apasionante”. Una pasión que no le generan otras redes: “Facebook me parece un poco coñazo. No veo el día a día como un desafío”. De hecho, suele llegar ese momento en el que se aburre… ¿Qué hace?: “Apago y a otra cosa”.
Sea como fuere, y con un método u otro, están en lo alto gracias ésta ‘forma de ser’ personal e intransferible. Un hecho que no quita que, a pesar de ser del gusto de muchos, no les quede trabajo por hacer. En el caso de Bob Estropajo: “Relejar la carga política. Y mis memes (aunque tengo la norma de que más de 10 minutos con un montaje es tiempo perdido)”. Clausman enfoca más su postura hacia la raíz de todo: “Mi estilo”. Ese que le ha dado también muchas alegrías por ser: “Surrealista, dicen algunos. Loco, me dicen otros”. A este se suma: “El tuitear más con hashtags, distribuir más equitativamente mis momentos de tuiteo durante el día y, seguramente, mojarme mucho más de lo que lo hago ahora en asuntos de actualidad”.
Twitter: ¿Tierra de lo personal e intransferible?
Twitter ha pasado de ser un pequeño reducto de unos pocos a una amplia explanada dónde hasta el último ser humano es bienvenido. Esta masificación ha hecho que, si deseamos tocar el cielo (o tan sólo rozarlo) con los dedos debamos estar hechos de una pasta especial. Nuestros invitados nos lo confirman: “Ahora sí. La gente salta por tonterías y hay muy poco sentido del humor. Además, y sabiendo que hay mucha ironía, te atacan por chorradas” alega Señorita Puri. Clausman, sin dejar de estar de acuerdo, aboga por el trabajo como herramienta para llegar a ser “tu mismo”: “Si vas a llevar una cuenta propia, ya sea de humor o de contenidos serios, hay que tener constancia y un estilo claro”. Algo que, a su juicio no tienen algunos perfiles que, propio poseen sólo los ‘followers’: “Hay muchas cuentas que triunfan robando contenido de otros y formando auténticas redes mafiosas de retuits… ¡Han logrado tener muchísimos seguidores!”. Para él: “Son malas artes que Twitter debería atajar cuanto antes si quiere darle el verdadero valor a la gente que crea contenido”. Todos ellos, gracias a todo lo mencionado previamente, han saboreado lo que es “ganar dinero” con un comentario. ¿Cuál ha sido su experiencia? La conoceremos proximamente…
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