La televisión de pago en España continúa creciendo de la mano de las agresivas ofertas y la guerra de los principales operadores. Los datos que acaba de hacer públicos la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia (CNMC) indican que el número de abonados al cierre del primer trimestre llegó a los 5,7 millones de abonados, esto es un 6,4% más que los datos conseguidos en el primer trimestre del 2015. En total, un alza de casi 350.000 nuevos abonados en el último año móvil computado por la CNMC.
Con ello, la cifra de abonados a la televisión de pago en España se acerca a los seis millones, una nueva barrera sicológica para un sector que comienza a ver la luz después de más de una década estancado. Este dato puede parecer menor si consideramos que a nivel europeo el número de abonados debería llegar a los 147,1 millones en 2018 según la consultora ‘Digital TV Research’ y que estos seis millones de abonados se comparan con una audiencia potencial de 39 millones de televidentes en España.
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No obstante, debemos considerar que partimos de una penetración de televisión de pago muy baja en España. Según estas mismas cifras de la CNMC, en el primer trimestre de 2005 los abonados eran de sólo 3,1 millones, mientras que cinco años después, en 2010, eran de 4,1 millones. En 2012 se llegó a un pico histórico al que sucedieron caídas durante los dos años posteriores. Solamente en el segundo trimestre de 2014 se recuperaron los cuatro millones de abonados para a finales de ese mismo año superar la barrera de los cinco millones de suscriptores.
En este crecimiento han influido las agresivas campañas de captación de abonados de Movistar+, Vodafone y ONO, que desde hace un par de temporadas han apostado fuerte por contenidos deportivos, derechos de series y películas y nuevos paquetes que se sumaron a sus ofertas triple y cuádruple pay. Unos movimientos que además han coincidido con un abaratamiento progresivo de los paquetes de contenidos, dando más contenidos por menos precio. El caso del fútbol es particularmente ilustrativo, ya que en estos momentos los abonados de todas las plataformas tienen todas las competiciones por un coste que hace una década era equivalente a la compra de uno o dos partidos en taquilla.
Todas las operadoras aumentan su número de abonados
El resultado es que al menos en un año todos los operadores de televisión de pago en España han crecido en abonados. Movistar ha crecido un 76% hasta los 3,7 millones, tras sumar los abonados de la extinta Digital+ (DTS), mientras que Vodafone ha mejorado en 241.000 altas hasta superar el millón de abonados. Orange en tanto tiene ya 370.000 abonados tras crecer en 238.000 en un año. En cuanto a los operadores locales de pago, Euskaltel llegó a los 247.000 con un alza de 134.000 abonados y Telecable que mejoró en 200 altas hasta los 130.000 abonados.
En esta contabilización ya encontramos abonados exclusivamente digitales y no por televisión convencional. Es el caso de Wuaki que cerró el primer trimestre de este año con 138.000 abonados. Falta por evaluar el impacto del lanzamiento de la otra plataforma de contenidos digitales Netflix que se lanzó al mercado en España el pasado octubre, pero que todavía no se ve reflejada en las cuentas de la Comisión Nacional de Mercado de la Competencia (CNMC).
Por tipo de tecnología la televisión por satélite suma 1.050.700 abonados, la televisión por cable llega a los 1,4 millones de seguidores y la televisión IP se sitúa como el principal soporte de televisión de pago con más de tres millones de abonados. La web TV se queda con 221.000 altas.
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