En la Tierra a lunes, diciembre 23, 2024

El laboratorio clínico refuerza su compromiso con la calidad en el Sistema Nacional de Salud con 5 recomendaciones ‘not to do’

La Sociedad Española de Bioquímica Clínica y Patología Molecular (SEQC), adherida al proyecto Not To Do (“No Hacer”) del Ministerio de Sanidad ha puesto en marcha 5 recomendaciones para reforzar su compromiso con la calidad y la eficiencia en el Sistema Nacional de Salud.  Se trata de pautas encaminadas a disminuir la utilización de pruebas innecesarias en la práctica diaria de los laboratorios clínicos, es decir, aquellas que no han demostrado eficacia, tienen efectividad escasa o dudosa y no son coste-efectivas. La elaboración de las recomendaciones y la adhesión de la SEQC a este proyecto responden a la “implicación directa del laboratorio clínico en esta iniciativa de compromiso por la calidad”, explica el Dr. Francisco A. Bernabéu, miembro de la Junta Directiva de la SEQC y responsable del proyecto “Not To Do”. A su juicio, “los facultativos del laboratorio clínico deben colaborar con los clínicos solicitantes en mejorar la calidad y la eficiencia de la atención al paciente”.

La iniciativa Not To Do fue impulsada en 2013 por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad en respuesta a una iniciativa de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) que, a su vez, se basaba en experiencias internacionales similares como Choosing Wisely, en Estados Unidos, o la desarrollada por el NICE en Reino Unido. El proyecto se enmarca en las actividades de la Red Española de Agencias de Evaluación de Tecnologías Sanitarias. Hasta la fecha han participado 50 sociedades científicas. La SEQC se incorporó en 2015, pero ha sido este año, 2016, cuando se han presentado los cinco consensos sobre qué “no hacer” en el laboratorio clínico. Las recomendaciones son las siguientes:

  1. No solicitar múltiples pruebas en la valoración inicial de un paciente con sospecha de enfermedad tiroidea. Solicitar primero la hormona estimulante del tiroides (TSH) y en caso de ser anormal, continuar con evaluación adicional o con tratamiento.
  2. No se recomienda la determinación de CK total ni CK-MB, ni AST, ni LDH, ni mioglobina para el diagnóstico de daño miocárdico (o infarto).
  3. No hacer IgE específica para alérgenos en paciente cuya historia clínica no muestra síntomas de reacciones adversas o sin pruebas “in vivo” previas. En todo caso, no realizar estudios sistemáticos de varias Inmunoglobulinas contra alérgenos sin una revisión exhaustiva de la historia clínica del paciente.
  4. No realizar cribado poblacional de déficit de Vitamina D, mediante la concentración en suero de 1,25-dihidroxiVitamina D (Calcidiol).
  5. No solicitar una velocidad de sedimentación Globular (VSG) o eritrosedimentación para valorar la inflamación en pacientes con diagnóstico no definido. Para detectar el estado proinflamatorio en fase aguda solicitar proteína C reactiva (PCR).

El Dr. Bernabéu subraya que “estas cinco medidas fueron seleccionadas entre un gran número propuesto por el grupo de expertos de la SEQC, de las que fueron seleccionadas 10 y, de éstas, las cinco recomendaciones prioritarias (a través del Método Delphi)”. Estas pautas de actuación se expusieron, junto con la de otras siete sociedades científicas, en la Jornada “Compromiso con la Calidad de las Sociedades Científicas en España”, celebrada el pasado 31 de mayo. Por su parte, la Dra. Silvia Izquierdo, miembro de la SEQC, y Presidenta de la Comisión de Acreditación de Laboratorios, explica que “los profesionales del laboratorio clínico deben asumir el compromiso de revisar y evaluar las determinaciones analíticas solicitadas por los clínicos y evitar la realización de pruebas innecesarias”.

A su juicio, “en ocasiones, los clínicos solicitan determinaciones al laboratorio por motivos que se alejan del verdadero propósito: diagnóstico, monitorización, confirmación de una sospecha clínica y pronóstico”. Es aquí donde “juega un papel clave la responsabilidad del facultativo del laboratorio clínico”. La Dra. Izquierdo considera que en ocasiones no se realiza una actualización adecuada de las carteras de servicio, y éstas “se deberían revisar y modificar en función de las recomendaciones establecidas por las sociedades científicas del ámbito del laboratorio clínico y por los acuerdos establecidos por los clínicos”.

Este proyecto de la SEQC se enmarca un su línea estratégica sobre la acreditación de los laboratorios clínicos, en la que próximamente se darán nuevos pasos. El Dr. Bernabéu explica que “la SEQC tiene muy avanzado un Plan Estratégico en el que la filosofía Not To Do está muy presente. Una de sus líneas principales es la Promoción de la excelencia en las actividades científico-técnicas, y en ella ocupan un papel destacado la gestión de la demanda y el benchmarking. También tiene mucho que decir el profesional del laboratorio en su papel de consultor, como se refleja en la línea de potenciar la Medicina de Laboratorio en el mismo Plan”.

Se trata de una necesidad, ya que “la variabilidad en el empleo de las determinaciones disponibles en el laboratorio clínico puede tener consecuencias en el paciente, puesto que se pueden llegar a realizar determinaciones analíticas que no son eficaces”, asegura la Dra. Izquierdo. En este sentido, resalta la estrecha relación entre la implementación de la nueva normativa (norma UNE EN-ISO 15189:2013) y las pruebas Not To Do. Esta norma “facilita al profesional del laboratorio clínico disponer de un apropiado formulario de petición”, lo que resulta importante para mejorar la calidad y la eficiencia en la práctica clínica diaria.

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