Pocos sabían que detrás de Cristina Ortiz Rodríguez se encontraba La Veneno, una de las estrellas de la televisión y el espectáculo de los años 90. Seguramente muchos se enteren hoy junto a la triste noticia de su fallecimiento, porque La Veneno ha muerto esta mañana en el Hospital Universitario de La Paz en Madrid. Cristina no ha podido recuperarse del traumatismo cranoencefálico y los diversos golpes con los que fue encontrada el pasado sábado en su casa y que la mantenían ingresada desde entonces en la UCI.
Sin embargo, tras varios días debatiéndose entre la vida y la muerte La Veneno no ha podido superar las secuelas provocadas por esos golpes, cuyo origen o causas aún están siendo investigadas sin descartar por el momento ninguna hipótesis. Con el fallecimiento de La Veneno decimos adiós a un rostro muy conocido de la pequeña pantalla durante la década de los 90 cuando fue descubierta por Pepe Navarro y la convirtió en una de las estrellas de programas como Esta noche cruzamos el Mississippi y La sonrisa del pelícano.
Natural de Adra (Almería), Cristina Ortiz se vio obligada a trasladarse a Madrid tras sufrir el rechazo de su núcleo más cercano por no aceptar su condición sexual. Sus inicios en la capital estuvieron marcados por su trabajo como prostituta hasta que conoció a Pepe Navarro. Posteriormente participó en numerosos bolos y programas de televisión, aunque poco a poco fue cayendo en el olvido llegando a ingresar en prisión por una denuncia de un exnovio.
Tras su salida de la cárcel el deterioro físico y psicológico de La Veneno era evidente, pero logró recuperarse de nuevo y este mismo año presentaba sus memorias ¡Digo! Ni puta, ni santa. El lanzamiento de este ejemplar estuvo acompañado por nuevas apariciones en televisión como en Sálvame Deluxe donde Cristina Ortiz mostraba una imagen muy mejorada y recuperada de todas las vicisitudes que tuvo que vivir a los largo de sus 52 años de vida.
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