En el mes de abril pudimos conocer un Pliego de Cargos enviado por la Comisión Europea en la que fijaban sus preocupaciones por el tratamiento de compatibilidad que Google le da a su sistema operativo, así como a la distribución de sus propias aplicaciones, a esta información le ha salido al paso el gigante de Internet, por medio de un comunicado en el que expresan su desacuerdo con esta posición de la Unión Europea y en el que terminan advirtiendo que, si Android no fuera Libre y no tuviera el funcionamiento actual, todo el ecosistema tendría que pagar más, desde los desarrolladores hasta los usuarios al comprar un teléfono móvil.
Google comienza recordando que desde el lanzamiento de Android en 2007 se ha tratado de un sistema operativo gratuito y de código abierto, lo que sin duda comenzó a impulsar el crecimiento del mercado de los móviles inteligentes que hasta ese entonces eran bastante caros. Google permitió con Android que los fabricantes evitaran tener que comprar o desarrollar sistemas operativos propios que costaban una fortuna y elevaban el costo de los terminales.
El comunicado enviado por Google señala que en la actualidad, más de 24.000 dispositivos de 1.300 marcas diferentes hacen uso del sistema operativo Android.
Distribución de aplicaciones abiertas al mercado europeo
La gigante del Internet señala que los propios desarrolladores europeos tienen la posibilidad de distribuir sus aplicaciones a más de mil millones de personas en todo el mundo por medio de su tienda de aplicaciones, ya que al juicio de sus creadores “Android no es un callejón estrecho de un único sentido, sino una vía amplia y dinámica que ofrece una gran capacidad de elección”.
Google considera que promueve la competencia en lugar de dañarla. Al parecer la Comisión Europea es de la idea de que Google no compite con Android y la firma de Mountain View ha echado mano de una encuesta de la propia Comisión en la que se refleja que el 89 por ciento de los consultados consideran que iOS y Android son competencia clara y de hecho aseguran que “Ignorar esta competencia entre plataformas es ignorar la principal característica que define el entorno actual de los smartphones”.
Trabajan por la compatibilidad
A diferencia de lo que expresa la propia Comisión Europea sobre la fragmentación del ecosistema móvil, Google asegura que trabaja con las miles de marcas que fabrican móviles para desarrollar ambientes mínimamente estables y compatibles para asegurar que los desarrolladores no deban hacer múltiples versiones de sus aplicaciones adaptadas a los cientos de estándares que pudieran existir, a pesar de ser un sistema operativo de código abierto, desde Google trabajan para asegurar que todos los desarrollos funcionen de manera estable en cualquier versión que se implemente en un móvil.
Esta alta compatibilidad estimula, según Google, una competencia sana también entre dispositivos Android y a su vez entre dispositivos Android y los iPhones de Apple. El mismo estudio al que hace referencia el comunicado señala que el 94% de los entrevistados considera que la fragmentación daña a la plataforma Android. Aseguran que los desarrolladores están muy preocupados por ello.
Con respecto a otro de los planteamientos hecho por el Pliego de Cargos de la CE, Google responde: “Ningún fabricante está obligado a preinstalar ninguna aplicación de Google en un teléfono Android”.
La libertad de escoger las aplicaciones por parte de los usuarios también es más que evidente, sentencia Google, tan sólo en 2015 los usuarios descargaron 65.000 millones de apps de Google Play.
Finalmente la empresa señala que la distribución de productos como Google Search en combinación con Google Play les permite ofrecer todo su paquete de aplicaciones de forma gratuita, en lugar de cobrar una tarifa de licencia por adelantado como sucede con otras plataformas.
Google considera en su comunicado que el punto de vista de la Comisión Europea podría afectar gravemente el equilibrio en el ecosistema móvil y podría estar dejando ver que tienen intenciones de favorecer a las plataformas cerradas.
El favorecimiento de las plataformas cerradas se traducirían en menos innovación, menos alternativas, menos competencia y unos precios más altos y, sentencia Google “ese no sería un mal resultado para nosotros. Sería un resultado negativo para desarrolladores, para fabricantes de teléfonos, para operadores y, lo más importante, para los consumidores”.
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