Se calcula que en España unas 400.000 personas están diagnosticadas de esquizofrenia, un trastorno mental en el que mantener el tratamiento es fundamental para prevenir las recaídas y permitir la recuperación a largo plazo de las personas que la padecen. En el marco del XIX Congreso Nacional de Psiquiatría celebrado en Palma de Mallorca del 27 al 29 de octubre, ha tenido lugar el Simposio ‘La recuperación del paciente con esquizofrenia, una realidad’, con el patrocinio de Janssen, y al que han acudido más de 400 personas.
En el contexto de este simposio se ha manifestado la importancia de la elección del tratamiento farmacológico adecuado, como el palmitato de paliperidona trimestral, para evitar y frenar el deterioro cognitivo en pacientes con esquizofrenia. En este diagnóstico, la adherencia al tratamiento es clave para prevenir las recaídas de la enfermedad, unos episodios que tienen secuelas a nivel neurológico y que se asocian con un deterioro de la calidad de vida de los pacientes. En este sentido, el Dr. Miquel Bernardo, Director de la Unidad de Esquizofrenia del Hospital Clínic de Barcelona, ha señalado que alguno de los factores que inciden en un pobre resultado del tratamiento de los pacientes con esquizofrenia son “la falta de compromiso y participación con la terapia, poca adhesión, déficit cognitivos, los trastornos relacionados con el abuso de sustancias, la enfermedad mental concurrente o ciertos determinantes sociales en la salud”.
En este sentido, los expertos consideran que garantizar la dosis correcta de fármaco diaria minimiza el riesgo de recaídas, permite una mayor estabilidad del paciente y contribuye a mejorar la integración, minimizando el estigma y permitiendo una mayor normalización. “El palmitato de paliperidona administrado trimestralmente es un tratamiento eficaz, seguro y tolerabilidad contrastada, que se asocia con una buena calidad de vida y elevada satisfacción por parte del paciente”, señala el Dr. Bernardo, que durante su intervención ha puesto el acento sobre la importancia de reducir los síntomas psicóticos como primer paso para la recuperación, focalizándose en una remisión de la sintomatología clínica suficientemente amplia para que la mejora de su funcionamiento psicosocial permita la normalización del paciente en el día a día.
En la fase aguda de la esquizofrenia, el tratamiento de esta patología está centrado en prevenir el daño y controlar el comportamiento del paciente reduciendo la gravedad de sus síntomas. En las posteriores etapas del diagnóstico, las fases de estabilización y de mantenimiento, el tratamiento de la esquizofrenia está dirigido a mejorar la funcionalidad del paciente, apoyando su adaptación a la vida en comunidad, mejorando su calidad de vida con una adecuada reducción de los síntomas.
A largo plazo, añaden los expertos, el tratamiento farmacológico de la esquizofrenia es clave para prevenir las recaídas y controlar el posible empeoramiento de los síntomas; porque “cada recaída pone en riesgo la biografía del paciente”, como explica por su parte el Dr. Luis San, director de Salud Mental en el Parc Sanitari Sant Joan de Déu de Barcelona y ponente en el simposio. “En pacientes con esquizofrenia, la adherencia al tratamiento es baja y no tomar correctamente la medicación es uno de los principales detonantes para presentar una recaída”, explica el experto. Estas recaídas, prosigue, “suponen una toxicidad a nivel cerebral que implica un deterioro en diferentes áreas cerebrales, lo que se traduce en una alteración de la funcionalidad y de la calidad de vida del paciente”.
Algunos estudios han demostrado que hasta el 40% de los pacientes en tratamiento ambulatorio consigue la remisión, explica el Dr. San. “Esto no significa que puedan abandonar el tratamiento, pero sí que pueden alcanzar una recuperación integral y mantener una buena calidad de vida, manteniendo sus visitas al especialista, una dieta sana, ejercicio físico…”. De hecho, como ha subrayado el doctor Bernardo, desde hace más de 10 años, la terapia cognitiva-conductual, el soporte familiar y laboral y la reestructuración cognitiva del paciente juegan un papel clave en combinación con el tratamiento farmacológico.