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La cifra es escalofriante: para el año 2020 se espera que sean 21.000 millones los dispositivos conectados al ya mundialmente conocido Internet of Things (Internet de las Cosas). Lejos quedarán, por tanto, los 5.000 millones de 2015 (en datos de Gartner). De hecho, y como bien comenta Andrés Narváez, Presidente de Wunderman para el Sur de Europa y España, será fundamental, de hecho ya empieza a serlo, el que las marcas tengan la capacidad de recopilar y analizar los datos generados, de cara a transformarlos en información de valor para el consumidor, además de poder crear la forma de seducirle. ¿Cómo? Nos adelantan 4 áreas claves con las que marcas se diferenciarán en el Internet de las cosas:
- Utilidad: Se debe conocer en profundidad el comportamiento y las necesidades del cliente para, con ello, crear productos útiles para el mismo. En ello han de participar, gracias a su grado de experiencia, las agencias digitales.
- Simplicidad: Tanto en una app como en la versión web, los procesos a crear deben ser sencillos. Además, deben enfocarse al móvil y otras interfaces de control universales y accesibles para todos. Y es que, se sabe que hasta el 40% de los usuarios que ven compleja una web, la abandonan.
- Personalización: Gran parte de la información que recibimos es a medida. Adaptada a nuestros gustos e intereses. De hecho, estos producen el 60% de los ingresos de las marcas (nada nuevo ya que se sabe que la personalización multiplica por 5 las opciones de que el consumidor se sienta identificado, con respecto al resto de ofertas). Las agencias digitales, de nuevo por su experiencia, vuelven a ser un gran aliado.
- Inteligencia: Los perfiles que se adaptan a este IoT escasean. Cuesta encontrarlos. Es uno de los principales frenos para la extensión del mismo y son suplidos, en cierta medida, por los departamentos de análisis de las agencias.
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