Llega el frío y, con él, los grandes enemigos de una de las enfermedades respiratorias más prevalentes, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), y también de otras menos conocidas como la fibrosis pulmonar idiopática (FPI). En este contexto, Boehringer Ingelheim hace hincapié en la importancia de realizar un exhaustivo seguimiento de estos pacientes, cuyo riesgo de sufrir una exacerbación se dispara. Las exacerbaciones, cuadros de empeoramiento del paciente que van ligados a su hospitalización inmediata, son el indicador principal de mal pronóstico de los pacientes respiratorios. Así, hay datos que apuntan a que un ingreso por exacerbación condiciona una mortalidad del 40% al año del ingreso.
“En invierno, debido a las infecciones virales que proliferan, fundamentalmente la gripe, los pacientes con EPOC ven empeorada su función pulmonar en mayor medida y padecen un grave empeoramiento de su enfermedad que requiere hospitalización. El pico principal de ingresos por agudizaciones se da en invierno, mientras que el resto del año esta frecuencia se reduce mucho y está más asociada a problemas con el cumplimiento de la terapia”, afirma el Dr. José Luis López-Campos, neumólogo del Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla. El experto resalta que “es fundamental que los pacientes con EPOC se vacunen contra la gripe, ya que este virus incrementa el riesgo de exacerbaciones y, en muchas ocasiones, sirve como detonante para la coinfección del paciente por otros virus o bacterias que empeoran su evolución”.
Por su lado, el Dr. José Antonio Rodríguez-Portal, neumólogo del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, apunta a que “hay una relación clara entre el periodo invernal y la posibilidad de exacerbación en la FPI, ya que la mayoría de las exacerbaciones suceden entre noviembre y marzo. Aunque los motivos son muy diferentes, en muchos casos existe una relación causal entre el empeoramiento de la patología y las infecciones víricas así como el efecto de la contaminación, que aumenta en invierno ya que se utilizan muchos más combustible durante estos meses”.
Es destacable que la mitad de las personas que padecen gripe no manifiestan síntomas claros, pero son portadores del virus y por tanto pueden transmitirlo a los pacientes con EPOC o con FPI sin que éstos lleguen a ser conscientes. “De ahí la importancia de la vacunación, tanto de las personas con EPOC como del personal sanitario que las trata“, puntualiza el Dr. López Campos. En el caso de la FPI, se recomienda tanto la vacunación antigripal como la antineumocócica. Por otro lado, los especialistas están observando una demora del pico de exacerbaciones de la EPOC, que cada año llegan más tarde en España, muy probablemente debido al aumento de la temperatura global, que está provocando un acortamiento y postergación de las estaciones frías. De hecho, en la actualidad están realizando un estudio que trata de cifrar el impacto de los cambios meteorológicos en relación a la tasa de agudizaciones.
¿Qué debe hacer el paciente para prevenir las exacerbaciones?
En el caso de la EPOC, además de la vacunación antigripal, “es imprescindible que el paciente no fume y lleve a cabo un programa diario de ejercicio físico adaptado a su estado, y en el terreno farmacológico, cumplir de forma estricta el tratamiento con la terapia broncodilatadora, ya que ésta no solo controla la sintomatología de forma constante, sino que previene las exacerbaciones al mantener estable la patología“, señala el Dr. López Campos.
En lo referente a la FPI, además de la vacunación antigripal y antineumocócica, es fundamental que el paciente no abandone la terapia antifibrótica, no fume y evite el contacto con personas con cuadros catarrales, lavándose muy frecuentemente las manos para minimizar el contacto con los virus.
“Una exacerbación aumenta de forma automática el riesgo del paciente a sufrir otra, y no solo tiene impacto personal y familiar debido al empeoramiento repentino del paciente, sino que, en el caso concreto de la EPOC, los estudios económicos muestran que los ingresos hospitalarios por agudizaciones implican entre el 40% y el 70% del gasto médico total de esta patología”, añade el Dr. Holger J. Gellermann, director médico de Boehringer Ingelheim España.