El presidente de Iberdrola, Ignacio Galán, recibió ayer la Medalla de Honor de la Real Academia Nacional de Medicina (RANM) de manos de su presidente, el profesor Joaquín Poch. Este elogió los esfuerzos de esta compañía en beneficio del desarrollo tecnológico y la investigación. Además su contribución al impulso del empleo en nuestro país.
Por su parte, Galán, que dedicó su discurso la amenaza que supone el cambio climático y al papel que tiene el sector energético en la lucha frente a este problema. También agradeció a la Academia este reconocimiento que constituye “una gran satisfacción personal que me impulsa a seguir esforzándome diariamente. Esto por la lucha por un modelo energético sostenible”, afirmó.
La laudatio estuvo a cargo del Académico de Número Enrique Moreno, quien hizo un repaso por la amplia trayectoria profesional de Ignacio Galán, desde su incorporación en el año 1972 a la Sociedad Española del Acumulador Tudor (hoy Grupo Exide).
En el año 2001 fue nombrado vicepresidente ejecutivo y consejero delegado y en 2006 se puso al frente de Iberdrola. El profesor Moreno destacó que “su firme compromiso con el medio ambiente y la sostenibilidad han sido claves para que la compañía se convierta en líder mundial en energía renovables y a situarse en los principales índices de política ambiental”.
El profesor Enrique Moreno también subrayó la apuesta de esta empresa por la mejora constante en materia de dirección corporativa, ética y transparencia, así como el afán de Galán en el desarrollo “de una política muy activa en la igualdad de oportunidades a través de la incorporación de mujeres a Iberdrola.
Una compañía que ocupa un puesto en el Ibex-35 con el mayor porcentaje de mujeres en su Consejo de Administración, por encima de la media europea. Impulsando además la conciliación de la vida laboral y familiar”, comentó.
Cooperación mundial para luchar contra el cambio climático
El presidente de Iberdrola explicó que la energía, como responsable de más de dos tercios de las emisiones de gases de efecto invernadero, “tiene un papel decisivo para abordar la solución al reto del cambio climático a través de la puesta en marcha de soluciones tecnológicas bajas en carbono”. Asimismo advirtió que si no se actúa de manera inmediata, “el aumento de la temperatura de la Tierra podría alcanzar un punto de no retorno, tal como nos vienen alertando los científicos”.
En su opinión, el impacto del cambio climático en el medio natural conlleva “importantes consecuencias” sobre los sistemas económicos y el funcionamiento de la sociedad, además de los efectos negativos que tiene para la salud. “Todo ello supone un reto sin precedentes en la historia de la humanidad, tanto de carácter económico y social como en términos sanitarios y de seguridad. Además de un problema ético, ya que serán las generaciones futuras las que más sufrirán los impactos derivados de las decisiones que tomemos ahora”, señaló Galán.
Ante esta situación, el presidente de Iberdrola considera que la solución pasa por la cooperación mundial. En relación a esto utilizó algunos ejemplos, como los acuerdos alcanzados en la Cumbre del Clima, celebrada a finales de 2015 en París, y en la reciente ‘Cumbre de Marrakech’. “Ambas iniciativas han servido para reforzar el reconocimiento del papel del sector privado para avanzar en el cumplimiento de los objetivos climáticos”.
La compañía energética del futuro
El presidente de Iberdrola también expuso las características que, en su opinión, debería tener la compañía energética del futuro: “una empresa que opte por más energías limpias, más capacidad de almacenamiento, más redes y más digitalización. Unos objetivos con los que Iberdrola está plenamente comprometida”.
En este contexto, Galán destacó la trayectoria de apoyo del grupo frente a la lucha contra el cambio climático, así como su apuesta por las energías limpias. Un compromiso que se traducido en una inversión de 90.000 millones de euros en los últimos 15 años, de los que el 90% se ha destinado a nuevas energías renovables y a inversiones en redes eléctricas.
Ignacio Galán inició su actividad profesional en el año 1972 en la Sociedad Española del Acumulador Tudor donde llevó a cabo la expansión internacional de la compañía y reorganizó su producción industrial, a través de la renovación de sus infraestructuras y centros de producción. Entre sus méritos, destaca su labor como presidente del consorcio alemán Eurojet entre los años 1993 y 1995.
Un periodo en el que desarrolló un programa de turbinas aeronáuticas de uso comercial que hoy equipan los mayores aviones Airbus y Boeing. En 1995 inicia su actividad como Consejero Delegado de Airtel Móvil. En el año 2001 fue nombrado vicepresidente ejecutivo y consejero delegado de Iberdrola y en 2006 fue designado presidente de la compañía en la que inicia uno de los procesos de transformación empresarial más importantes de la última década, a partir de su apuesta por la expansión internacional, las energías renovables y la sostenibilidad.
