Desde hace unos días entre los anuncios que podemos ver en los cortes publicitarios de nuestras televisiones se ha colado uno muy particular. Un spot nos advierte de los peligros de la neumonía, especialmente en personas mayores, e invita a la población de riesgo a acudir al médico para administrarse la vacuna contra el neumococo. Hasta aquí, todo correcto. El problema ha llegado cunado algunos han querido ver en este mensaje saludable publicidad de un medicamento, en concreto de la vacuna neumocócica que fabrica la farmacéutica Pfizer y que es miembro de las sociedades y empresas que impulsan la campaña por la vacunación del colectivo de personas mayores. Incluso, Francisco Salmerón García, un alto profesional de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) ha remitido una queja a la ministra de Sanidad. Desde Pfizer han asegurado a prnoticias que no están infringiendo ninguna ley.
Sólo en España la neumonía fue responsable de más de 100.000 hospitalizaciones y 8.000 defunciones en el año 2014. Aunque cualquiera puede sufrirla, el riesgo aumenta a medida que se cumplen años y lo mismo ocurre con las complicaciones, que son más frecuentes entre los pacientes mayores. Entre los gérmenes que pueden provocarla, la bacteria Streptococcus pneumoniae, comúnmente conocida como neumococo, es la causa más común identificada de neumonía en Europa. Precisamente hace pocas semanas comenzó una campaña de vacunación entre los grupos de riesgo para suministrar la vacuna.
La campaña incluye, además, diferentes acciones de comunicación para dar a conocer entre el gran público los beneficios y riegos de la neumonía neumocócica y su vacuna. Desde un pull de sociedades y empresas, como SEMERGEN (Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria) o SEMG (Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia), entre otras muchas y en colaboración con Pfizer han lanzado la campaña “La Neumonía y su Prevención”. Entre las acciones de comunicación de esta campaña destacan un spot en televisión donde se advierten de los peligros de la neumonía neumocócica y donde se recomienda acudir al médico para que los mayores se la suministren.
La publicidad de medicamentos de prescripción está prohibida en España, y muchos han querido ver en este anuncio publicidad de la vacuna que el laboratorio Pfizer proporciona. Incluso las quejas han llegado hasta el Ministerio de Sanidad en forma de carta, en concreto de la de uno de los miembros de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS). Según explica Francisco Salmerón García en una carta remitida a Dolors Montserrat, el anuncio va en contra del art. 78 de la Ley 29/2006 (de garantías y uso racional de los medicamentos y productos sanitarios), determina que el medicamento, para poder ser publicitado al público, deberá cumplir varias condiciones, una de las cuales consiste en “que, por su composición y objetivo, esté destinado para su utilización sin la intervención de un médico que realice el diagnóstico, la prescripción o el seguimiento del tratamiento, aunque requiera n la intervención de un farmacéutico”. “Este requisito podrá exceptuarse cuando se realicen campañas de vacunación aprobadas por las autoridades sanitarias competentes”. Es evidente, advierte, que estas circunstancias no se dan.
Desde Pfizer, empresa privada que colabora en la difusión de la campaña, aseguran a prnoticias que “la campaña cumple con todos los requisitos legales que dicta la Ley 29/2006, de 26 de julio, de Garantías y Uso Racional de los Medicamentos y Productos Sanitarios, y el Código de Buenas Prácticas de la Industria Farmacéutica, promovido por Farmaindustria”.
Además, desde la farmacéutica apuntan que “la campaña La Neumonía y su Prevención ha sido creada con el objetivo de informar a los adultos sobre la neumonía neumocócica y concienciarles de que se trata de una enfermedad grave que puede prevenirse mediante vacunación”. Y finalizan: “Por tanto, la Campaña fue analizada y recibió un dictamen favorable de la Comisión de Evaluación técnica de coordinación de la Información a la Población de la Consejería de Sanidad de la Comunidad Autónoma de Madrid y de Autocontrol”.
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