Uber ha sufrido cientos de trabas en cada proyecto que se plantea, pero nada podrá detenerle. Ninguna multa o retirada de matrículas de sus vehículos como la sufrida recientemente en California o protestas allá donde se planta. Si en 2016 el auto autónomo se volvió uno de sus proyectos, en el aó que comienza los “coches voladores autónomos” estarán en su mira, cueste lo que cueste.
La solución es concreta, un servicio de transporte urbano aéreo basado en la tecnología VTOL mejor conocida como ascenso y aterrizaje vertical, con el objetivo de poder llegar desde donde sea hasta donde se quiera, con un conductor virtual y que además no sea caro, claro está no será un taxi Uber pero tampoco terminarías pagando un vuelo chárter.
Uber se dedicó a un ajuste minucioso de tarifas para acabar con competidores como Lyft, y terminó el año en una batalla sin precedentes con el departamento de Vehículos Automotores de California por no haber conseguido un permiso de apenas 150 dólares para operar su nueva red de camionetas autónomas, por lo que el servicio debió parar en apenas horas de funcionamiento.
Pero todos estos problemas no parecen detener a esta ya gigante empresa, porque tienen en su norte para este 2017 al menos ir presentando algún prototipo de lo que sería su especie de dron de servicio compartido, de acuerdo con The Verge.
La idea de los coches voladores, o como le quieran llamar, conceptualmente ideados por Uber, es motivo de inspiración para empresas que ya trabajan sus propios prototipos, pero lo cierto es que este gigante del transporte compartido tiene algo entre manos que aún no devela y podría sorprender en este 2017.
Los cambios sustanciales y futuristas a lo Elon Musk que ha hecho Uber se han ido dejando ver desde el recién ido 2016, han rediseñado completamente su logotipo y aplicación para enfatizar la conveniencia, celebrar las ciudades en las que está arraigado, e incluso tomar su parte con nuevas herramientas sociales para compartir.
Uber considera que el futuro del transporte debe ser compartido, por múltiples razones desde asuntos ecológicos, mayor rentabilidad y soluciones de envergadura para los gobiernos locales con problemas financieros para sustituir el transporte público como trenes y autobuses, espacio que podría comenzar a atacar esta empresa convirtiéndose en un socio estratégico que podría tomar un enorme pedazo del pastel.
Una vez superado ese punto en el que ya habrán fijado en la mente de privados y gobernantes la necesidad del transporte compartido y además autónomo, entonces podrían dar la estocada final de su coche volador, que también sería compartido y además con una especie de monopolio difícil de desmontar debido a su posible e hipotética asociación con las instituciones de transporte público.
En Madrid ya han dado una muestra de poder al lanzar el servicio UberOne con vehículos Tesla Model S.
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