Los primeros compases de 2017 están demostrando que el año no será fácil para la prensa. 2016 terminó peor de lo esperado lo que ha resentido las cuentas de los diarios españoles. Ya os contábamos esta semana que a finales del año pasado Prisa informó a los trabajadores de Cadena SER que serían necesarios recortes de plantilla y pocos días después Vocento hacía lo propio con los empleados del diario ABC.
Son los primeros despidos del año, pero nos tememos que no sean los únicos. Es evidente que el negocio de la prensa escrita está agotado desde hace muchos años, pero los diarios siguen sin hacer la esperada reconversión digital. Los dos últimos años la burbuja digital les llevó a disfrutar de ingresos inesperados en el sector de internet, lo que sumado al crecimiento económico permitió mantener los presupuestos de las ediciones impresas.
No obstante, los datos de finales del año pasado demostraron que estuvimos ante un espejismo y los diarios no reaccionaron. Este 2017 se antoja complicado con la inversión en publicidad nuevamente en retroceso y las ventas de los diarios por los suelos y cayendo a ritmo de dos dígitos. Como siempre, los que pagarán los ajustes serán los trabajadores. En prnoticias publicamos esta mañana que desde 2008 se han destruido al menos 4.500 puestos de trabajo en los diarios españoles, esto sin incluir en el recuento a diarios deportivos y económicos donde también la sangría ha sido importante.
El problema es que durante estos últimos siete años la prensa no ha entendido nada y poco ha hecho por realizar la anunciada reconversión industrial. Cerrar ediciones, vender imprentas y terrenos y como siempre despedir trabajadores. Ahora, con una nueva contracción de la confianza de los anunciantes nada parece que vaya a cambiar. Con todo, esperemos que este análisis esté equivocado y que en 2017 la prensa no siga recortando puestos de trabajo.