Esta semana Teresa Romero, la enfermera que contrajo el virus del Ébola en España, volvía a la primera plana de la actualidad mediática a raíz de un artículo publicado en la revista Enfermería Clínica (Elsevier) en el que narra en primera persona la experiencia con la enfermedad, la fiebre hemorrágica. Hace pocas semanas el delegado de comunicación en la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Juanjo Bote, analizaba las claves de la gestión de la crisis sanitaria del Ébola desde el punto de vista de la comunicación de crisis y el protocolo que se activó desde la aparición de las primeras informaciones del contagio de Teresa Romero.
Tras la evacuación de varios trabajadores internacionales con enfermedad del virus Ébola a centros de Occidente se produjo en Madrid, España, el primer caso de contagio fuera de África. Se trató de una Técnica de Cuidados Auxiliares de Enfermería, la mediática Teresa Romero, que había atendido a un misionero repatriado desde Sierra Leona. El 7 de octubre de 2014 la paciente llegó a las instalaciones del Hospital Universitario La Paz-Carlos III de la Comunidad de Madrid. Permaneció ingresada 30 días, 25 en aislamiento estricto en una habitación con presión negativa y con esclusa para la retirada del equipo de protección individual. La revista Enfermería Clínica recoge la experiencia del personal sanitario que atendió a la enfermera y declaraciones en primera persona de la enfermera.
Uno de los puntos clave en la gestión de la crisis del Ébola que recoge este artículo científico fue la comunicación. “Consideramos primordial el manejo de la comunicación para prevenir la alarma social y la estigmatización del personal”. Precisamente la crisis de comunicación que este hecho produjo hizo que se activasen todas las alarmas y el protocolo de crisis. Según ha explicado Juanjo Bote, delegado de comunicación en la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid y gestor de la crisis de comunicación del Ébola durante las pasadas Jornadas de Jefes de Prensa de Hospitales, organizadas por la Asociación Nacional de Informadores de la Salud (ANIS) y Boston Scientific en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid, desde que se conoció la noticia del contagio de la enfermera Teresa Romero, la Consejería de la Comunidad de Madrid tomó las riendas de la comunicación.
Desde que el Servicio de Salud de Madrid tuvo conocimiento del contagio de Teresa Romero, desde la Consejería de Sanidad de la Comunidad comenzó a prepararse el protocolo de actuación para afrontar esta crisis sanitaria y también desde el punto de vista de la comunicación. En realidad fue una filtración a los medios de comunicación del ingreso de Teresa Romero con síntomas de fiebre hemorrágica la que obligó a la Consejería a salir al paso de los rumores y el quipo se vio obligado a confirmar la información. Desde ese preciso momento se puso en marcha la comunicación de crisis del primer paciente contagiado de Ébola en España.
Los criterios de gestión de la comunicación de la crisis del Ébola desde la Consejería de Salud se rigieron bajo: “la utilización de un canal único de comunicación; atender a criterios específicamente técnicos; comunicación universal; coordinación interdepartamental y coordinación funcional y la apuesta por la comunicación interna con el personal de todos los hospitales”. Uno de los puntos clave en la gestión de la crisis, según ha explicado Juanjo Bote fue “apostar por la unificación de la comunicación” y “mantener informados debidamente a todos los medios de comunicación sobre la evolución de la paciente con la máxima transparencia”. Otra de las cuestiones que se tuvieron en cuenta desde el departamento de comunicación de la Consejería de Sanidad fue la de “no ampliar las informaciones de las notas de prensa” al considerar que la información que en ella se contenía era suficiente. De este modo se evitaba que saliesen informaciones diferentes a las oficiales. Todas las consultas de los periodistas eran remitidas a los comunicados oficiales. También –ha asegurado Bote–, una de la claves del éxito de la comunicación de esta situación de alerta sanitaria estuvo en convertir en departamento que él coordinaba en única fuente de referencia, lo que evitó la duplicidad de fuentes.
Las acciones de comunicación en la gestión de la comunicación de la crisis del Ébola en España se basaron en:
- Ruedas de prensa el primer día que se activa la alerta de salud pública.
- Comunicados diarios: el primer comunicado se produce el primer día del traslado de Teresa Romero a la unidad de cuidados. Posteriormente se emitieron 10 comunicados de prensa informando sobre el estado de salud de la paciente.
- Portavoces: se escogieron siempre portavoces de carácter institucional y técnico, que fueran capaces de dar las dos visiones, tanto de las autoridades como desde un punto de vista médico.
Teresa Romero, la paciente más mediática
Las declaraciones de Teresa Romero en la revista Enfermería Clínica no son las primeras que la enfermera vierte en los medios de comunicación. Romero, junto con su marido, se convirtieron en rostros habituales de los medios de comunicación durante y después de su hospitalización. Tal fue su ‘fama’ que incluso llegó a participar en programas de televisión bajo talonario, como el desaparecido Un Tiempo Nuevo en Telecinco. A raíz de su testimonio en la revista científica, Romero ha vuelto a la actualidad y ha vuelto a conceder entrevistas sobre su paso por el hospital, la enfermedad y su vida después de contraer el virus del Ébola.
En este sentido, desde la revista científica de la editorial Elsevier apunta respecto al tratamiento de los casos de Ébola que “es fundamental que se creen unidades especializadas para enfermedades altamente contagiosas con entrenamiento y formación periódicos además de analizar desde el punto de vista enfermero este y otros casos que permitan estandarizar la atención”.
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