Es un hecho indiscutible que la inteligencia artificial está cambiando el mundo, solo que aún nos toca juzgar si para bien o para mal. Sin embargo la fundación BBVA ha decidido reconocer el trabajo del hombre que se encargó de que las máquinas comenzaran a aprender, se trata de Geoffrey Hinton, a quien le concedieron el premio Fronteras del Conocimiento en la categoría de Tecnologías de la Información y la Comunicación por su “trabajo pionero y profundamente influyente”.
Hinton tomó como fuente de inspiración el propio cerebro humano y su funcionamiento para poder desarrollar este principio en los robots, con el objetivo de otorgarle capacidades para desempeñarse en tareas complejas, más que en actividades mecánicas.
El investigador es ciudadano británico nacido en el año 1947, es profesor de la Universidad de Toronto y se desempeña en el departamento de Ciencias de la Computación. Desde el año 2013 engrosó las filas de Google, es parte de cada uno de los programas que tienen en Moutain View vinculados a la inteligencia artificial.
La medicina es un sector que también se ha beneficiado de sus investigaciones, ya que hoy en día existen aplicaciones encargadas de estudiar y analizar imágenes médicas y permiten establecer diagnósticos que pueden salvar vidas.
El jurado del premio de la Fundación BBVA señaló que el trabajo de Hinton constituye una revolución científica sin precedentes, que se configura en un aporte invaluable a las investigaciones sobre el desarrollo de las máquinas a favor del hombre, una tecnología que aún hoy en día tiene mucho más por evolucionar.
El segmento de investigación desarrollado por Hinton es el que hoy en día conocemos con Deep learning, un concepto que está muy en boga estos días, sobre todo en software recientemente anunciados por Google por ejemplo, que posee un desarrollo de inteligencia artificial que puede leer los labios.
El concepto de Deep learning está basado en el modelo del propio cerebro humano, echando mano de dos de sus características principales: la capacidad de procesar información de manera distribuida y la posibilidad de aprender por medio de ejemplos.
Esperemos a ver hasta dónde nos lleva la inteligencia artificial, o ver cuál será el destino de las máquinas de aprendizaje profundo en la cotidianidad humana.
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