Los diarios impresos no levantan cabeza. Las cifras de 2016 nuevamente han sido para olvidar con una publicidad que sigue hundiéndose, en torno al 6% como ya os contamos en prnoticias, y con una difusión que por primera vez cae por debajo de los dos millones de ejemplares de media diaria para todo el sector. Las previsiones de cierre del año de las cabeceras indican que en total la difusión controlada de todos los diarios impresos de la AEDE estará cayendo cerca de un 9%, un desplome muy similar al 8,6% que ya perdió en el año 2015.
Las cifras oficiales indican que en este último año controlado la difusión controlada de OJD se mantuvo en los 2.149.821 ejemplares. Esto significa que la media diaria de difusión de todas las cabeceras de la AEDE –que incluye los diarios de tirada nacional, más los regionales, deportivos y económicos- suman 2,1 millones de ejemplares al día. Para que nos hagamos una idea del hundimiento del sector en la última década, vemos que en 2001 (y casi con el mismo número de cabeceras) la difusión media del sector era superior a los 4,2 millones de ejemplares.
En 2008 en tanto, un año después de mayor inversión publicitaria en prensa de la historia, este dato era de 4,1 millones. Esto significa que el hundimiento de la prensa y de su difusión (que suma ventas y suscripciones) se acentuó a partir del año 2009 para caer hasta los 2,6 millones en 2013. En 2014 el dato ya caía hasta los 2,4 millones y en 2015 era de 2,1 millones. Las previsiones indican que en 2016 el sector cerraría cerca de los 1,8 millones de media, su peor dato de la historia reciente de la prensa.
Los diarios de Madrid caen por encima del 10% en difusión
Las explicaciones a este desplome son muchas: pérdida de puntos de venta, avalancha de Internet e inexistente estrategia de futuro de muchos diarios españoles, pero lo cierto es que independientemente de la crisis, los lectores del papel son cada vez menos, en un comportamiento que ya es endémico y que no tiene que ver con ninguna coyuntura. De hecho, las cifras de caída de la difusión de ejemplares se han regularizado con retrocesos cercanos al 10% desde hace más de cinco años. El 2015 perdieron un 8,6% y en 2016, a falta de confirmación oficial, caerán cerca del 9%.
Esta sorprendente regularidad es lo que más preocupa a los editores que ven como el producto que les hizo millonarios, deja de tener interés entre los lectores. Ya no vale reducir plantillas, recortar costes o subir el precio de los ejemplares. Tampoco está resultando la reconversión digital, ni los diarios digitales con sus millones de páginas vistas. La publicidad en internet no está ni de cerca de los valores que los editores cobraron en sus mejores momentos por la publicidad. Y lo que es peor, en Internet no pueden cobrar directamente al usuario por su producto.
De esta manera, no es de extrañar que los ingresos de internet de la prensa solo sean el 24% del total, una media que claramente suben las grandes cabeceras, pero que en el caso de los diarios pequeños está muy lejos de tener un peso significativo. En el caso de la difusión, es verdad que en términos globales las grandes caídas se producen en los diarios de Madrid, que están casi todos por encima del 10% de retroceso anual, pero también es cierto que los diarios regionales caen en difusión cerca del 6%, lo que está haciendo un gran roto en sus cuentas. Y 2017 no parece que haya comenzado mejor.
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