Javier Reverte es, tal vez, el escritor español más prestigioso y exitoso en lo que a literatura de viajes se refiere. Al aunar su carácter de viajero con el rigor periodístico, el afán investigador y su claridad estilística como novelista, Reverte es autor de títulos que, por estas y otras razones, interesan a públicos muy diversos y amplios que esperan con auténtica impaciencia su nueva entrega.

En esta ocasión, Javier Reverte sorprende al publicar un diario, un género que aún no había utilizado, para narrar los tres meses que pasó en la Gran Manzana, libro al que no se ha resistido a titular {wbamp-hide start}New York, New York{wbamp-hide end} {wbamp-show start}New York, New York New York, New York{wbamp-show end}. Afirma haber elegido este tipo de narración para que el lector pueda vivir su experiencia lo más directamente posible, sin filtros ni relecturas, según iba dando cuenta de ella en los cuadernos que le acompañaron durante ese trimestre en que quiso saldar una cuenta pendiente con la ciudad y transformarse en habitante de la misma.

Con múltiples referencias al cine, la música, la literatura, cualquier disciplina artística y, por supuesto, la Historia, Javier Reverte va confirmando mitos, desterrando otros, descubriendo algunos propios, trazando su particular geografía de Nueva York, paseando sus calles, visitando lugares emblemáticos y algunos desconocidos para el grueso de los turistas, sin perder la curiosidad del recién llegado pero intentando aprehender la cotidianidad, los rituales, las costumbres, dejando a un lado la provisionalidad de un viaje corto y concreto, con ciertos planes trazados y otros muchos elaborados sobre la marcha.

Pablo Vilaboy rinde tributo a la recientemente desaparecida Debbie Reynolds, uno de los nombres más brillantes del Hollywood clásico, aunque su arte traspasó la gran pantalla, se trasladó a la televisiva y, sobre todo, quedó patente en sus espectáculos unipersonales que agotaban localidades en Las Vegas y el resto de ciudades que visitaba. Se ha dado la triste circunstancia de que la estrella falleció tan sólo un día después de que lo hiciese Carrie Fisher, su hija, la Princesa Leia de “Star Wars”, motivo por el que legiones de admiradores de generaciones muy diferentes se han unido en la despedida a ambas.

Desde que, con apenas veinte años, fuese la protagonista femenina de {wbamp-hide start}Cantando bajo la lluvia{wbamp-hide end} {wbamp-show start} Cantando bajo la lluvia Cantando bajo la lluvia{wbamp-show end}, Debbie Reynolds no dejó de sorprender a propios y extraños con su versatilidad, sus inagotables facultades y, por qué no decirlo, sus escándalos y su lengua viperina que transformó en una de sus mejores bazas sobre el escenario. {wbamp-show start}Tammy, la muchacha salvaje{wbamp-show end} {wbamp-show start}Tammy, la muchacha salvaje Tammy, la muchacha salvaje{wbamp-show end}, {wbamp-hide start}Molly Brown{wbamp-hide end} {wbamp-show start}Molly Brown Molly Brown{wbamp-show end}, siempre a flote, La conquista del Oeste y su participación en la serie Will y Grace son algunos de los hitos que le aseguran la inmortalidad.